La Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha reconocido una pensión a la familia de un taxista de Ceuta, que se inmoló con un
atentado terrorista en 2012 en Siria. En concreto, se da una pensión a la viuda de este ceutí, ya muerto desde hace ocho años, así como a sus dos hijos. Este taxista de Ceuta, que fue reclutado por Al Qaeda, mató a 130 personas en un atentado con un camión de explosivos que hizo explotar frente a un cuartel en Siria. Murió en ese acto, ocurrido en 2012, pero el Registro Civil incluyó su fallecimiento cinco años después, en 2017. En el momento de su muerte tenía 33 años. Ahora, en 2020, y tal y como recoge este lunes El Diario de Sevilla, el TSJA concede una pensión a su viuda y a sus dos hijos, que en el momento del atentado eran muy pequeños. Entiende que la fecha de su fallecimiento no es la que pone en el Registro Civil -1 de marzo de 2017- sino la que la Audiencia Nacional recogió en una sentencia de 2015, ratificada un año después por el Tribunal Supremo, que fue la del 1 de junio de 2012, día del atentado. Este taxista de Ceuta anunció en su perfil de Facebook que iba a perpetrar un acto de martirio, explica El Diario de Sevilla, amenaza que hizo efectiva el 1 de junio -día que había anunciado- con el ataque terrorista ya mencionado. Con ello, la Seguridad Social no se opuso a reconocer las pensiones de viudedad y orfandad debido a las “execrables circunstancias en que se produjo el fallecimiento”, pero defendía que debía tomarse como fecha de la muerte el 1 de marzo de 2017. En esa fecha no estaba dado de alta -había dado de baja en enero de 2013- y no reunía los condicionantes anuales de cotización que se necesitan. Casado desde 2009, este terrorista estaba dado de alta desde julio de 2004 a cargo de una empresa y como taxista autónomo desde 2008. Ese fue su último trabajo conocido hasta que en abril de 2012 desapareció de nuestra ciudad, marchó a Siria y cometió el atentado unas semanas después.