Tener entre 50 y 54 años no significa que uno no pueda dedicarse a lo que más le gusta y en el caso de Jorge Ruiz pues lo que le gusta es competir y competir en una de las disciplinas más duras que existen cómo es el Ironman. Hace escasas fechas conseguía completar la prueba número 49 de su carrera deportiva y lo hacía lejos, muy lejos de Ceuta, en Malasia.
La prueba de Malasia la ganó otro español Javier Gómez Noya parando el crono en 8 horas 18 minutos y 59 segundos. Lideró con amplio margen el segmento de natación en un tiempo de 47 minutos y 17 segundos, saliendo sólo del agua y con un 1’:45’ de ventaja sobre el estirado grupo de seis perseguidores que lideraba Danil Sapunov, y en el que estaban todos los favoritos.
Noya, con la victoria en Malasia, consiguió la clasificación directa para el Campeonato del Mundo Ironman en Kona, el conocido como Ironman e Hawaii, y segundo objetivo para su temporada 2020 tras lograr su pasaporte al mundial Ironman 70.3 de Nueva Zelanda hace unas semanas venciendo el Ironman 70.3 Cascais.
Jorge Ruiz León finalizó el primer segmento, el de natación de 3.860 metros, tras una hora 8 minutos y 8 segundos. Lo hizo 21 minutos después que el campeón de la prueba de Malasia, pero las aspiraciones de Jorge no eran ganar la carrera era simplemente ser finisher y lo consiguió pese a no cumplir sus expectativas iniciales. “Llevaba la idea y las fuerzas de hacerlo mejor, se lo achaco a que no pude dormir apenas los días antes porque junto a mi hotel había un mercadillo nocturno y música hasta altas horas de la noche”.
Una traba antes de la carrera pero lo peor estaba por llegar, porque hay circunstancias, que aunque esperadas, no dejan de ser un hándicap. “Lo del calor y la humedad ya se esperaba y sabía que algo mermaría”.
El calor y la humedad de Malasia, o el viento y el trazado como en pruebas como las de Lanzarote se pueden de algún modo entrenar, pero pasan mucha factura, sobre todo cuando no se es un atleta profesional.
Aún con todo, Jorge Ruiz cumplió con el objetivo de ser finisher y no fue fácil. “Teniendo en cuenta que pensé durante mucho rato en retirarme, en el segmento ciclista, el haber terminado lo considero un éxito”.
En la primera transmisión, Ruiz León empleó un tiempo de 3 minutos y 59 segundos y para el segmento de bicicleta, de 180 kilómetros, necesito 6 horas 27 minutos y 49 segundos.
Sobre las dos ruedas, el más rápido fue el ciclista suizo y revelación de Kona, Philipp Kountny, que invirtió un tiempo de 4 horas 20 minutos y 51 segundos.
En la segunda transición, Jorge empleó 3 minutos y 18 segundos y para finalizar la prueba consumió 4 horas y 6 minutos en las que corrió, 42,2 kilómetros, para conseguir su objetivo, finalizar un nuevo Ironman.
El triatleta ceutí finalizó la prueba el decimocuarto de su categoría (master 50-54) y el 184 de la general absoluta, que lideró hay que recordar un campeón del mundo.
Ahora Jorge Ruiz León ya está pensando en cuál será la prueba número 50 de su carrera deportiva que podría haber sido la reina de los Ironman, el de Hawaii pero habrá que esperar. “Lo de Hawaii lo buscaba en Malasia. De haber hecho 11 horas o menos me hubiera quedado muy cerquita”. Pero los sueños, mientras quede ilusión, y fuerzas, se pueden cumplir.