Tres tazas de Jamón

España no se entendería como tal sin el Jamón. El Jamón es a España lo que las salchichas a Alemania o la pizza a Italia. Mucha alta cocina, pero por encima, siempre, y muy por encima, está el Jamón. La política española es como un Jamón...tiene denominación de origen, especificidades propias, reivindicaciones laborales, salariales y sociales; tiene sabores de la tierra y el campo; desprende olores de viejos secaderos y pueblos, de culturas que se pierden en la noche de los tiempos, de costumbres incontestables y de tradiciones que generan beneficio; llora entre sudores de esfuerzos y cosechas, de dehesas impenetrables, de bellotas y de afrecho. España no sería España sin un buen Jamón que acompañara un mejor vino; sin un buen aceite que friera un buen huevo; sin un buen queso que macere sobre su propio aceite; sin unas anchoas que lleven el mar a tu boca, sin la mojama… España es un Jamón de jamones: nace en el campo, vive de sus frutos, crece entre comunes y una vez muerta, rajada, salada y colgada (como un reo),  resucita, en forma de pata, seca  de tanto esfuerzo, pero plena de  españolidad culinaria.
Ni el Parlamento Catalán se atrevería con ello…El Jamón no habla vasco, ni catalán, ni gallego, ni chino o rumano. Simplemente no habla. Sin embargo, se expresa llenando la boca de todos los que critican su indestructible hispanidad. Es evidente que hasta Sabino Arana prefería un buen jamón antes que unas cocochas. Tengo entendido que en Cataluña lo adornan con tomate, aceite y pan. Parece ser que en Galicia lo hacen guisado. Me han dicho que en Teruel se adormece en la nieve y se come frito. Cuentan que en Granada se ponía ciego Boabdil y otros. Hay quien ha escrito alguna vez que en Canarias se seca una hora antes…Pero lo que se a ciencia cierta es que en todas partes: norte, sur, este u oeste, se pone un plato de Jamón del Guijuelo, de Montanchez o de Jabugo y no hay dedos suficientes en una mano para enganchar las lonchas.
Igualmente, me extraña que en determinadas partes de nuestra geografía hispana o ibera, gaditana o linense, todavía existan personas que no entiendan que el Jamón es un pilar importantísimo de nuestra cultura, sin el cual no se pueden comprender muchos de los platos de nuestra gastronomía; De él dependen miles de trabajos directamente relacionados y de ellos muchas más personas y otras tantas familias; El Cerdo -y por ende el Jamón-, observa a nivel de salud otras virtudes y bondades, (se entiende que con la moderación adecuada), y cuando no las cuidad, las alimenta... De sus calidades se desprende la importancia de su alimentación. Además el cerdo ibérico, por ejemplo, ocupa un espacio que de cualquier otra forma, solo serviría para hacer carreteras, pisos y urbanizaciones. Gracias al cerdo, hablamos de Dehesas, montes bajos y arboladas protegidas por sus propios dueños que, de esta forma, mantienen la belleza de sus parajes.
De cualquier manera, también es cierto que hablar del Jamón en público es algo delicado, pero no por una cuestión religiosa, sino porque no todos pueden costearse uno bueno y claro, pasa como con el anuncio de Navidul, que el mono dice “salado” y terminan guisándote como a un cerdo… Lo peor de todo es que hay profesores que no tienen mucha “mano izquierda”, mira que referirse al cerdo en clase. ¡Hombre, hombre, hombre..! ¡a quien se le ocurre semejante disparate! ¿no había otro temita, hijo? Si por mi fuera, desde luego le abría expediente al susodicho y le expulsaba sin derecho a pensión (para alegría de Zapatero) por “faltarle al respeto a las sensibilidades” del alumnado, porque primero, debería preguntar ¿hay algún niño al que le moleste que el tema de estudio hoy sea el cerdo? Y si lo hay, no tocarlo. ¡¡faltaba más!! Yo no mando a mi hijo a un colegio para que le hablen del cerdo, no señor. Yo lo mando para que vea como quitan los crucifijos, como me impiden llevar símbolos de mi religión o como podemos hablar de lo malos que son los americanos o los hebreos. Pero para hablar de Jamón, nasti del plasti.
Por último, me gustaría añadir que lo llamativo de este asuntillo, (de estos apuntes sin importancia) es que en Comisaría pierdan 10 minutos -como mínimo- en rellenar la declaración para la denuncia. En La Linea se debe vivir muy bien y sus ciudadanos deben sentirse muy seguros ya que visto lo visto, no deben tener otros incidentes o delitos más importantes para que la Policía se dedique a rellenar denuncias por hablar del Cerdo o del Jamón. Ahora habrá que ver cual es la decisión judicial porque, a estas alturas de la vida, no me sorprendería nada que lo metieran en la cárcel y sin derecho a comer jamón. ¡Vivir para ver en España!