Tres policías y un inmigrante heridos tras una reyerta entre subsaharianos

Dos agentes de la Policía Nacional y uno de la Local además de un inmigrante resultaron heridos tras un enfrentamiento protagonizado por medio centenar de subsaharianos que se afanaba en el control de la zona comercial de ‘El Coso’, en Bermudo Soriano.

Las lesiones se produjeron tanto en las cercanías del centro comercial como en la barriada de Benítez, en donde continuaron los enfrentamientos. Hasta 15 subsaharianos fueron trasladados a las dependencias policiales de la Jefatura Superior para ser identificados al objeto de localizar al autor de las agresiones a los agentes de la autoridad, quedando posteriormente detenidos.
La tangana comenzó pasadas las nueve y media de la mañana, a las mismas puertas del centro comercial, cuando un grupo numeroso de cameruneses (que son los que mayor representación tienen en el CETI) se enfrascó en una auténtica batalla campal con nigerianos. Armados con piedras y bloques de hormigón, tapas de alcantarillas, protectores de ruedas de vehículos, hierros y soportes metálicos además de armas blancas realizadas de manera artesanal por ellos mismos (tipo punzones), los inmigrantes, agrupados en ‘dos bandas’ y liderados por personas destacadas de cada grupo comenzaron a golpearse. ¿La razón? Se pelean por el control del territorio, por guiar los carritos de la compra de los usuarios del centro comercial o por repartir los aparcamientos. A cambio de estas gestiones reciben algunas monedas, así que se trata del negocio que los distintos grupos raciales quieren controlar.
Ayer, tras varios enfrentamientos previos verbales entre francófonos (los de Camerún y Chad) y anglófonos (de Nigeria), sucedió lo que ya se temía: un auténtico estallido. Y claro, esa rebelión sorprendió a muchos vecinos de la zona en el interior del centro comercial o accediendo al mismo para las compras. Sorprendió también a trabajadores, a familias completas y a personas que viven cerca del centro comercial o que acudían a alguna instalación cercana.
“Se iban a matar, nosotros nos tuvimos que meter dentro del centro y bajaron las persianas. Nos quedamos todos dentro”, explicaba una vecina, visiblemente afectada por lo ocurrido. Un comerciante que tiene el local al lado de ‘El Coso’ tuvo que bajar la persiana para no verse afectado por la lluvia de piedras, los trabajadores de la unidad de Menores del Ayuntamiento que hay cerca también tuvieron que meterse dentro del local, mientras que las personas que estaban en la zona escapaban hacia cualquier lugar posible para evitar que fuera herido en la tangana.
“Estaban furiosos entre ellos, pegándose, tirándose de todo... se han subido encima de los coches que estaban aparcados...”, lamentaba otra vecina.
El presidente de la asociación de vecinos Bermudo Soriano de las Letras, Hamed Chaib, estaba presente en el lugar y criticó duramente lo ocurrido mientras mostraba a ‘El Faro’ las grandes piedras o las baldosas rajadas que en forma de punta servían como auténticas armas afiladas en manos de los inmigrantes.
Chaib elogió la rápida intervención de la Policía, pero lamentó que en la zona no haya más presencia policial rutinaria dada la cantidad de inmigrantes que se apostan alrededor y los enfrentamientos que mantienen.
Todos los presentes indicaron el miedo pasado y urgieron a controlar esta situación “porque mañana se puede repetir... hemos pasado mucho miedo, se estaban matando vivos entre ellos y nosotros aquí, sin saber qué hacer”. Chaib, muy nervioso por lo ocurrido, reclamaba medidas de protección, recordando las escenas de tensión y miedo vividas por los vecinos para, sencillamente, no resultar heridos, viéndose obligados a esconderse dentro de los comercios.
También esos momentos de tensión los vivían los conductores que se vieron sorprendidos por una auténtica batalla campal. “Nosotros optamos por desviarnos por el otro lado, porque si nos metemos con el coche por ahí nos matan vivos”, explicaba Borromeo García, uno de tantos trabajadores sorprendidos por la tangana. “Las piedras, literalmente se lo digo, se veían por el aire”, añadía.
De inmediato se presentaron varios coches de la Policía Nacional y también unidades de la Local, lo que ayudó a controlar rápidamente el enfrentamiento entre los grupos.
Uno de los agentes nacionales resultó herido de una pedrada que le ocasionó una brecha, teniendo que ser trasladado al centro de salud, mientras que un agente de la Local sufría una luxación en la muñeca. La agresión al policía nacional se produjo cuando intentaba evitar que varios subsaharianos, que escapaban del lugar para evitar su detención, agredieran a otra persona. Según la Delegación del Gobierno, sucedió a unos 40 metros de los hechos, a la altura de los garajes de la Avenida Lisboa, en donde el agente observó cómo varios de los subsaharianos se encontraban agrediendo a una persona en el suelo. El policía asió al agredido de la camiseta y lo protegió contra un vehículo para evitar ser apaleado, solicitando en ese momento apoyo urgente por el equipo al resto de las dotaciones. En ese instante, uno los agresores lanzó una piedra, alcanzando al funcionario en la parte izquierda de la cabeza.
Los demás policías tenían que proceder a la detención de los inmigrantes que se iban desperdigando por el lugar, recobrándose  poco a poco la normalidad en esta zona de la ciudad. Pero quedaba la segunda parte de la historia, y esta se trasladó a la zona de Benítez.
Mientras varios agentes de la Nacional y Local quedaban en Bermudo Soriano, tranquilizándose la situación, otras unidades acudían hacia el camino del CETI, dada la cantidad de participantes en la emboscada que regresaban al campamento y podían provocar nuevas revueltas.
Allí, durante las labores de identificación, resultaron herido un subsahariano, requiriéndose la presencia de una unidad del 061 para atenderlos. A uno de los inmigrantes se le intervino un objeto punzante. Los agentes de la UPR y de la UDEV procedieron a la identificación de los inmigrantes, ocasionándose más enfrentamientos que se saldaron con detenciones. Una unidad de la Benemérita que se encontraba en el lugar colaboró con los agentes de la Policía Nacional en las detenciones de algunos de los inmigrantes, que fueron trasladados hasta la Jefatura Superior del Paseo de Colón. Hasta 15 subsaharianos fueron llevados a dependencias policiales para ser interrogados por la tangana organizada y para clarificar la autoría de aquellos que provocaron las lesiones a los agentes policiales. Han sido acusados de un delito de desórdenes públicos, y además cuatro de ellos por otro delito de atentado a agente de la autoridad. El resto de los participantes regresaron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en donde se han adoptado medidas preventivas para evitar que esos enfrentamientos entre los grupos se trasladen al interior del centro de acogida con una mayor tensión. A última hora de ayer el centro de estancia temporal estaba tranquilo, permaneciendo bajo control los dos grupos.