El Gobierno de la Ciudad, a través de la coordinación entre las distintas áreas que lo integran, ha procedido el traslado de los alrededor de 70
menores que se mantenían alojados en una de las naves del
Tarajal hasta las instalaciones acondicionadas en el albergue de Piniers. Por ese motivo, y dado que las naves del Tarajal adquiridas por la Ciudad para atender esta contingencia únicamente quedarán destinadas a personas adultas, la
Policía Local procederá, a partir de ahora, a realizar labores de vigilancia intermitente y rotativa de acuerdo a la coordinación establecida con los Cuerpos y Furezas de Seguridad del Estado. Dispositivo que estará apoyado por un servicio de seguridad privada contratado por la Administración autonómica. La nave en la que, hasta ahora, permanecían albergados los menores se comenzará a utilizar como un nuevo albergue de emergencia para marroquíes adultos. El propósito es que, tal y como ha venido realizándose desde el pasado mes de junio para evitar asentamientos, dispongan de un lugar de referencia hasta que no se resuelva su situación administrativa y puedan retornar a su país de origen. Para afrontar las consecuencias de los episodios vividos los días 17 y 18 de mayo, la Ciudad ha adquirido ya cinco naves en el Tarajal, estando una de ellas acondicionándose para que pueda entrar en funcionamiento en los próximos días. Casi dos meses después de las entradas masivas de marroquíes que se vivieron en Ceuta, la ciudad todavía continúa paliando los efectos de aquella crisis migratoria. De aquellas más de diez mil personas que entraron cruzando el espigón del Tarajal, bien a a nado, bien andando, todavía quedan alrededor de tres mil. Se calcula que de estas, casi la mitad, alrededor de 1.200 son menores. Con este último traslado anunciado este sábado por la Ciudad ya estarían todos en Piniers y en el albergue de Santa Amelia, además de otros lugares habilitados por la Ciudad, a parte de todos aquellos que han sido repartidos por distintas comunidades de la Península.