Los transportistas de Ceuta están en total desacuerdo con la
ubicación de módulos en la zona portuaria para acoger inmigrantes. "Es meterlos en la boca del lobo", advierten, mientras continúan las obras en la explanada situada a la entrada de la zona restringida y en donde se ubicará el cuarto punto de acogida para
menores. Opera ya el Tarajal, Piniers y Santa Amelia, pero es tal cantidad la de niños que entraron desde
Marruecos que ni siquiera oficialmente se da la cifra global y ni siquiera se ha dado con todos ellos. Ubicar allí un albergue es, para los transportistas, la peor de las opciones. Primero por el riesgo que estos profesionales van a correr ya que van a aumentar los intentos de escapada ocultándose en los bajos de sus camiones o en los techos. Segundo, por la integridad de los propios menores. Y de ahí se deriva directamente la posibilidad de accidentes. Ya están viendo cómo se quieren colar en sus vehículos y temen que haya atropellos, sucesos que les traigan consecuencias nefastas. Hablan de desprotección y de auténtico desamparo ante lo que pueda ocurrir.
Los transportistas rechazan la ubicación de los módulos en este punto que se dispone justo frente al muro. "Parece que les están instando a pasar", advierten, cuando todavía está reciente la muerte de un marroquí que había saltado previamente uno de esos muros para llegar a la zona restringida. Colocar allí un campamento provocará que estos menores vean incluso más fácil el llegar a los barcos. Estos profesionales del sector no entienden a quién se le ha ocurrido esta idea ni tampoco cómo se permite que la misma se lleve a cabo, ya que va a empeorar aún más la situación que ya se está viviendo en toda la zona, con intentos de incursión continuados. Este medio ha sido testigo de cómo la situación laboral de los transportistas empeora porque están viendo que se les cuelan personas que se quieren meter dentro de las bateas, subir a los techos o engancharse en los bajos. Si mal está ahora, peor estará si disponen a todos los niños en el lugar ya que, en el fondo, todos buscan escapar. Marruecos ha llevado a cabo un auténtico chantaje a España provocando la entrada de menores engañados, que prácticamente han sido robados a sus familias, lo que ha derivado en una de las situaciones más críticas vividas.