Este es el grito desesperado de los hombres y mujeres que llevan ya casi dos años atrapados en una tierra que antes era solo de paso y que este lunes se han reunido en la plaza de los Reyes de Ceuta para mostrar su desesperanza. Son los trabajadores transfronterizos que se quedaron atrapados tras el cierre del Tarajal y que permanecen aquí después de tanto tiempo. Pero, ¿cuánto tiempo más tendrá que pasar?, se preguntan.
"Estamos cansados, estamos a la espera y no hay ninguna noticia. Son leyes y las leyes son lentas. Somos conscientes que hay que esperar un poquito y hay que tener paciencia. Pero cuando se quiere se puede porque han aprobado la reforma del Reglamento de extranjería que favorece la integración de los MENA. Eso lo han hecho rápido, ¿y por qué con nostros no? ¿Por qué nosotros que llevamos aquí esperando tanto tiempo y nada más que queremos regularizar nuestra situación no nos ayudan? Estamos atrapados, estamos sufriendo y por eso estamos cansados y agotados. Necesitamos una solución ya", ha suplicado Rachida Jraifi, portavoz de los trabajadores transfronterizos.
Dentro de dos semanas se cumplirán dos años de aquel el 13 de marzo de 2020, fecha en la que Marruecos cerró el Tarajal ante el avance de la pandemia. Sus vidas estaban a uno y otro lado de la frontera. Pero no será una fecha para celebrar sino que ese fue el inicio de su tormento. Una pesadilla que parece no tener fin después de dos años de promesas infundadas que no han llegado a puerto.
"No tenemos previsto todavía nada pero vamos a intentar entregar el arraigo laboral quien cumpla con los requisitos y los que no los cumplan van a intentar acudir a ver si se los pueden dar o no. Si no nos lo dan, vamos a seguir reivindicandolo hasta conseguir nuestro objetivo", ha continuado.
No quieren abandonar Ceuta, sino que lo que quieren es regularizar su situación y poder ver a sus familias como hacían antes. Por eso, han gritado con más fuerza que nunca y de cara a la Delegación: “¿Hasta cuando?”. Un grito que esperan que llegue “al corazón” de la institución de la Plaza de los Reyes, a la que le imploran “soluciones ya”. "Son dos años de incertidumbre, de espera, de dudas, de no saber ya qué decir. Estamos agotados y no tenemos ni palabras para expresar", lamenta.
No obstante, estos transfronterizos seguirán concentrándose, porque necesitan respuestas que “ojalá” lleguen pronto.
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