¿Es que nadie ha pensado en ellos? Es la pregunta que, tras la reapertura de la
frontera de Ceuta y
Melilla y conocerse los requisitos para que ciudadanos marroquíes pudieran acceder a las ciudades autónomas (solamente quienes han logrado obtener un visado de trabajo en el Consulado de Tetuán), se hacen aquellas personas que, en el pasado, trabajaron durante años en territorio español y, ahora con su pleno derecho a cobrar una
pensión, llevan años sin poder hacerlo. Dos años y tres meses después, todavía no tienen cómo disponer del que es, porque se lo ganaron con el sudor de su frente, su dinero.
Y mientras tanto sus pensiones, ya sea por invalidez (caso de quienes sufrieron algún accidente laboral) o jubilación, siguen acumulándose mientras al otro lado del Tarajal pasan mil y una penurias. Aunque no se conoce con exactitud de cuántas personas hablamos, puede suponerse que se trata de centenares.
Desde Castillejos, este periódico ha podido comunicarse con una de estas personas que, asegura, como él, son varias las que con la reapertura de la frontera pensaban que, por fin, se solucionaba su problema. Pero no. Han ido al consulado para pedir un permiso que les posibilite la entrada apenas por unas horas a Ceuta. Todo ello con la única intención de visitar el banco, sacar su dinero, y regresar junto a la familia. Pero no les dan solución. Cuentan que, como se dice coloquialmente, España y
Marruecos se ‘lanzan la pelota’ o ‘echan balones fuera’. Ellos y ellas, al parecer, no son una prioridad.
Incluso en estos años hay quienes han fallecido y, en esa línea, tampoco se ha articulado ninguna fórmula para que los herederos puedan disponer del dinero correspondiente a la pensión de su familiar y acumulado en este tiempo.
Todos ellos se ven atrapados. Están en un callejón sin salida. ¿A quién recurrir? ¿Qué puerta tocar? No están pidiendo un favor, solo poder cobrar el dinero que ganaron con el pago de sus impuestos y el esfuerzo de muchos años.
Reclaman que alguien interceda ante esta situación que solo quieren que sea clarificada por una vía legal y poder obtener su dinero, el que les pertenece, sin necesidad de recurrir a otras vías. Son varios los afectados que no pueden acceder al montante económico que les corresponde.