El Gobierno de Ceuta prevé
dragar el foso de las
Murallas Reales durante los próximos meses, pero la ejecución de los trabajos todavía no tiene fecha y se materializará “cuando se pacte con el
sector náutico-deportivo”, que durante los últimos días se ha mostrado contrario a la posibilidad de que se pueda ver frustrada su actividad alrededor de la Semana Santa y de verano.
El consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris, publicó ayer en el BOCCE el decreto con el que el miembro del Ejecutivo de Vivas encarga a
Tragsa por algo más de 2,1 millones de euros el “acondicionamiento y mejora de espacios marítimos turísticos” de la ciudad autónoma para el próximo verano, entre los que se cuenta
la retirada de los áridos sedimentados (más de 7.500 metros cúbicos) en el cauce del Foso de San Felipe para evitar el riesgo de que la navegación de embarcaciones llegue a tener que interrumpirse por falta de profundidad.
En 2021 la Ciudad calculó que dragar ese espacio costaría unos 300.000 euros, pero finalmente el desembolso al que hará frente será más del doble, ligeramente por encima de 700.000 euros.
La Delegación del Gobierno ya ha dado su autorización a la administración local para la ejecución de los trabajos que la Ciudad ha propuesta realizar exclusivamente en las playas de La Ribera y El Chorrillo, donde se prevé hacer un nuevo cribado de la arena para evitar la granulometría de mayor grosor y aquella que tiene adherida más polvo.
El coste previsto de los trabajos se ha más que duplicado en dos años
Este encargo vendrá a completar los trabajos que, con una inversión de 2,7 millones de euros, efectuó el año pasado el Ministerio de Transición Ecológica tanto en La Ribera y El Chorrillo como Benítez y otras playas de la ciudad para contrarrestar los efectos del temporal de primavera que, con vientos superiores a 90 kilómetros por hora y olas de hasta 11 metros de altura en el estrecho de Gibraltar, llegó a llevarse 84.000 metros cúbicos de arena de la costa ceutí, provocando cuantiosos daños en su litoral.
El objetivo del encargo efectuado ahora al medio propio es “garantizar el bienestar de la ciudadanía y fomentar simultáneamente el ocio, el turismo y el deporte al aire libre en contacto con la naturaleza”.
En concreto se prevé el “acondicionamiento” de los arenales ubicados en el centro mediante la limpieza y retirada manual o mecánica de los acarreos, pecios y sedimentos depositados por la marea durante los periodos con adversidades climáticas y fuertes temporales, así como la mejora de las propiedades y características granulométricas de la arena existente mediante su cribado.
El plazo de ejecución de las tareas encomendadas a Tragsa expirará antes de que comience oficialmente la temporada de baño, a mediados de junio.
La dirección facultativa de los trabajos se ha encomendado al también gerente de Acemsa, el ingeniero civil Juan Manuel Sánchez.