El regreso lo harán por el Paseo de las Palmeras y la entrada en el Oratorio de la Santa Cruz está previsto a las 03.00 horas de la madrugada del Viernes Santo
La Hermandad de los Nazarenos del Sagrado Descendimiento, Santísimo Cristo del Buen Fin en su Traslado al Sepulcro y María Santísima de la Concepción pone de relieve cada año su ilusión por salir a la calle para hacer pública la manifestación de fe.
Aparte del cumplimiento litúrgico, religioso y la dimensión personal e íntima que se adecua a la liturgia de la Iglesia, el Descendimiento tampoco niega el componente tradicional de esta forma de manifestar la devoción.
Ya sea por pudor o modestia, su consigna es adquirir tan solo lo necesario para procesionar con dignidad, sin excesos. Este año faltaban unas luminarias, unos faroles para el paso de Misterio, y se han adquirido en consonancia con el resto de la obra de orfebrería que es de Villareal, orfebre sevillano conocido no solo en el mundo cofrade sino relevante en la orfebrería andaluza.
Un paso más para completar el paso de Misterio. Ante la escasez de luz, estos tres faroles de menor porte que los de las esquinas, intensificarán la iluminación del paso. Forman parte del conjunto de seis luminarias proyectadas por el Descendimiento pero, por el momento, solo han incorporado la mitad y el resto vaticinan que vendrá el año que viene.
Las dimensiones de la parihuela, de cinco metros por 2,65, obligaba a bañar convenientemente el paso con más luz. Por otra parte, estrenan la tercera de las columnas de pintura cuzqueña.
El cortejo de la Hermandad de los Nazarenos del Sagrado Descendimiento, Santísimo Cristo del Buen Fin en su Traslado al Sepulcro y María Santísima de la Concepción se limita a sus hermanos. Eso significa que desde la refundación en los años 80 es obligado tener la condición de hermano, hombres y mujeres, para formar parte del cortejo que está compuesto por nazarenos, penitentes y servidores.
Los nazarenos son aquellos a los que denominamos hermanos de luz; los penitentes son los hermanos de cruz y los servidores son los acólitos que el Descendimiento los divide en turiferarios, vestidos de rojo, los dalmática que son del paso de Misterio, y los inmaculistas de celestes.
El cortejo está compuesto por un total de sesenta y tres personas
De acuerdo con las cifras alcanzadas en años anteriores, el cortejo estará compuesto por 63 personas incluidos pajes y muñidor. Conocida como Hermandad del Silencio, fue fundada en el seno de la Real y Venerable Cofradía del Santo Entierro en 1914, procesionando por primera vez en 1915 con el Misterio del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, grupo escultórico realizado por la Casa Aranda de Zaragoza.
A partir de 1987, cambia su hora de salida por la madrugada del mismo Viernes Santo. En 1990 se encarga la realización del nuevo Misterio del Traslado al Sepulcro al imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro López, cambiando la Hermandad su Título.
En el año 2003, la imagen del Señor del Buen Fin es trasladada a la Capilla del Tanatorio Municipal. En febrero de 2006, se concluye la ejecución de su nueva Casa de Hermandad y Oratorio en la calle Serrano Orive.