A las cinco de la madrugada, los trabajadores de Trace dieron el aviso: reanudaban el servicio porque toda la plantilla había cobrado ya su sueldo. En el mensaje enviado a los medios de comunicación, añadían que esperan que no se vuelva a repetir.
El paro laboral ha durado poco más de un día, pero ha dejado contenedores llenos de basura y calles sucias, que deberán ser limpiados paulatinamente tras la vuelta al trabajo de la plantilla.
Desde el gobierno de la ciudad, se pedía ayer disculpas tanto a la citada plantilla como a la ciudadanía en general. La consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani reconoció que la Ciudad le debía tres meses a la empresa y que el pasado lunes la Consejería de Hacienda abonó la certificación de abril a la empresa y la misma, de manera inmediata, hizo los pagos a través de las entidades bancarias. Chandiramani también explicó que el propio presidente de la ciudad, Juan Vivas, se desplazó hasta las oficinas de Trace en Benzú para trasladarles sus disculpas por las circunstancias que habían desencadenado el retraso en el cobro y les dio su palabra de que todo se solucionaría en unas horas, y así ha sido.