Totalitarismo pseudodemocrático

El jueves de esta semana en la que todavía nos encontramos nuestro presidente José Manuel Pérez-Rivera ha ofrecido una ponencia en el marco del congreso internacional celebrado en Ceuta durante los días uno, dos y tres de octubre.

El congreso analiza la historia portuguesa y tiene como título “Los orígenes de la expansión europea, Ceuta 1415. El objetivo de la comunicación es unir de una manera sintética, sinóptica y sistémica un episodio tan relevante del pasado de la historia de nuestra ciudad con su incidencia en la problemática identitaria de Ceuta en el presente y sus posibles consecuencia futuras. Además de una brillante y serena exposición fue un necesario ejercicio de reflexión política que puso de manifiesto una vez más que las ideas e ideales políticos en la marinera ciudad han sido suplantadas por una gestión burocrática vulgar y algo recargada de improvisación electoralista. Esta sociedad que contemplamos hoy en día con cierto estupor es posiblemente una lógica consecuencia de un materialismo desbocado, alocado, vaciado de ideas y abocado a la gestión burocrática. Todo ello, auspiciado al albur de las conquistas marítimas y del comienzo de los grandes imperios absolutistas. Ya lo escribió Tocqueville, testigo de excepción en los inicios de la democracia norteamericana “…la revolución democrática se ha realizado en lo material de la sociedad sin producirse en las leyes, en las ideas, en los hábitos y en las costumbres el cambio que hubiese sido necesario para hacer beneficiosa semejante revolución”. A pesar de los muchos y decisivos avances sociales en otras categorías no materiales de la existencia creo que todavía podemos decir que la frase del aristócrata francés dice mucho de la actual UE y sus eternas e infinitas mercaderías burocratizadas. Volviendo a la ponencia que ha motivado estas líneas de opinión, queremos resaltar que el grueso de las ideas expuestas pivotaron entorno a los conceptos de modernidad-postmodernidad, la ética del historiador, la interpretación de la historia y sobretodo del propósito de los estudios históricos. Al estar en un congreso que analiza el periodo portugués en Ceuta era necesario poner de manifiesto la manipulación política que se estaba produciendo en la actualidad debido a la apropiación selectiva del patrimonio cultural ceutí en favor del periodo portugués, algo que hemos divulgado en bastantes ocasiones. Esto ha sido llevado a cabo por parte de los cuatro últimos gobiernos en el ayuntamiento ceutí y no ha sido sin contestación por parte de la oposición y de la sociedad civil. De acuerdo que debido a la simpleza de los actos y de la escasa promoción de la que se han servido desde el propio ayuntamiento la oposición ha quedado algo silenciada en su afán de protesta, el resto, pocos, hemos protestado a través de artículos de opinión. Para el tratamiento político de un hecho histórico los sucesivos gobiernos del actual partido en el poder municipal se propusieron una interpretación libre de la conquista portuguesa en la que incomprensiblemente se pretendía conciliar un hecho histórico, no carente de acciones execrables, con la buena convivencia de la Ceuta actual. Como consecuencia de este desajuste entre deseo y hechos históricos se decidió proclamar que el día de Ceuta sería el día de la toma portuguesa de nuestra ciudad. Y para impulsar la pifia se creó la fundación “Crisol de Culturas”. Sobre el día de Ceuta y la mencionada fundación ya se escribió suficiente y el último lo hizo con su siempre acertada pluma Manuel Abad. Solo deseamos añadir algunos apuntes con tintes filosóficos en línea con el pensamiento de Hannah Arendt.
Hay pasos que deben darse previo profundo razonamiento y gran comprensión del pasado histórico y de esta manera poder construir un futuro apropiado a las nuevas mentalidades que tendrán que conciliar el pasado con el presente y el futuro. Quizá el mayor inconveniente de estos gobiernos actuales de Ceuta es la aparente falta de pensamiento ordenado y complejo, saber pensar no es cosa fácil y no deben confundirse las representaciones mentales de los parloteos entre neuronas con la verdadera acción de pensar reflexivamente para llegar a conclusiones de carácter ético o moral. De esta manera caer en formas totalitarias de pensamiento es justamente llegar a un lugar donde todo es posible debido al aislamiento y la ausencia de relaciones sociales o de relaciones sociales con una sola perspectiva o pensamiento único fuertemente alienante. De ahí el título de nuestro artículo de opinión, pues tomar decisiones de este calado sin una profunda reflexión es convertirse de cierta manera en totalitarista ya que en la ficción totalitarista todo es posible según el juicio de la brillante filósofa mencionada. Hacerlo además sin buscar un mínimo de consenso ciudadano arrogándose ciertos derechos de decisión por haber ganado unas elecciones en las que la escasa participación apenas legitima es a nuestro parecer un hecho político pseudodemocrático. Por ello, pensamos que dictar que el día de Ceuta sería el de la toma portuguesa en una ciudad con un 50% de población musulmana no es una maldad sino una acción más propia de mentes inmaduras e irreflexivas. La creación del instrumento crisol de culturas es algo simplemente inconcebible sino se tiene una ignorancia enciclopédica sobre la convivencia de Ceuta con el vecino hasta la guerra de África o se persiguen quimeras. También se han utilizado personajes históricos controvertidos como Enrique el Navegante al que se le ha erigido una desproporcionada escultura en un lugar emblemático de la ciudad. Además de las feroces críticas vertidas sobre la trayectoria del infante portugués por parte de algunos historiadores como Fernández-Armesto, un historiador portugués Drumond Braga indica lo siguiente sobre la pifia de Tánger y la muerte del infante Don Fernando “…el incumplimiento de las exactas instrucciones regias y la ineptitud del comandante, hicieron que la arremetida contra Tánger redundase en un total fracaso”. Quizá un busto más discreto hubiera sido más que suficiente en agradecimiento por la talla de la Virgen de África y otros servicios. En Azores lo recuerdan con menos gigantismo escultural.
Finalmente, la ponencia terminaba haciendo un llamamiento a la reconsideración de las decisiones que se toman en nombre de la historia. Tener una visión superadora de ciertos hechos históricos sería fundamental para construir nuestra identidad que está todavía por hacer y que no puede beber de las fuentes del dolor o la confrontación o incluso de un supuesto comienzo de la modernidad. Hay que buscar otras alternativas y por fortuna la dilatada historia de Ceuta lo permite. Como indica Javier Gomá, hemos llegado a crear un sistema que produce ejemplares humanos perdidos en el vacío existencial y sin trascendencia. Este sistema es deudor de esa insidiosa idea de la modernidad rupturista y sin visión circular o bidireccional de la existencia histórica de nuestra especie que también se discute en las conclusiones de la ponencia que ha dado lugar a estos comentarios. En este páramo existencial el nuevo ser humano renovado que debe emerger tendrá que afirmarse y apoyarse en el estadio ético y abandonar la pueril existencia estética en la que andan tantos inmersos. Pero lo más decepcionante es que las formas de gobierno de la Ceuta actual nos alejan de estos ideales, obstaculizan las formas honestas de participación ciudadana altruista y tienden a burocratizarnos cada vez más sin posibilidad de regenerar nuestras vidas y elevarlas a cotas deseables de madurez colectiva.