“¿Alguien ha escuchado a esta hora unos tiros? No creo que sean petardos… ¿a esta hora?”. Este era el mensaje que publicaba una usuaria en un grupo de
Facebook de asuntos de Ceuta en torno a las cinco de la madrugada de este jueves con la consiguiente confirmación de otros usuarios que señalaban haber escuchado el mismo estruendo. Una de las personas advertía tranquilizando que no eran detonaciones sino fuegos artificiales que provenían, probablemente, de la celebración de una boda. Un castillo pirotécnico improvisado cerca de la planta desaladora de
Playa Benítez fue registrado en vídeo por otro usuario dando constancia de este ‘despertador’ atípico que han tenido que soportar los vecinos de muchas barriadas colindantes. Varias tracas seguidas que a más de una persona seguro que le hicieron dar un respingo en la cama. Asimismo, después continuó la ‘banda sonora’ con pitidos de coche debido a que seguramente estos fastos pertenecían a una celebración nupcial. No es la primera vez que ocurre algo así. El Faro de Ceuta
ha recogido el lanzamiento de fuegos artificiales nocturnos por parte de particulares en veranos anteriores. Además, también tuvieron lugar en el entorno residencial de Benítez, a espaldas de la Cepsa. Desde la Ciudad no tienen constancia de llamadas a la Policía Local, ya que lo más habitual es que este tipo de quejas se formalicen por redes oficiales sin llegar a trasladarse a los canales oficiales.
Ruido de madrugada por una boda
Entre los múltiples usuarios que han criticado los fuegos artificiales hay quienes lo vinculan con una boda que se prolongó hasta altas horas de la madrugada en los Jardines del Sarao, en una zona de monte próxima. De esta manera, un vecino documentaba, teléfono en mano, cómo a las tres de la mañana la música que salía de este espacio era bastante
ruidosa. Este usuario denuncia que en los últimos días ha habido varias bodas que se han estirado hasta altas horas de la noche, pero que concretamente este miércoles el volumen de la música se colaba en casas cercanas impidiendo el descanso de familias. Decibelios que tuvieron su colofón con las tracas y los petardos de los fuegos artificiales de las cinco de la mañana, que no se correspondían con ninguna fiesta vecinal de carácter oficial ni tenían permiso para ser lanzado.