El ayuno aleja la dispersión mental facilitando la concentración en los deberes religiosos. Los estímulos son cientos durante el día. Muchos de ellos de gran influencia en nuestro proceder diario. Una conversación telefónica, atender varios asuntos de forma simultánea, prestar atención a familia y contratiempos del trabajo, un entorno falto de distensión, entre otros, pueden contener elementos de enorme influencia en nuestra capacidad de concentración a la hora de formalizar nuestra entrada en el Takbir (entrada rezo) y, en consecuencia, en el núcleo de la oración.
Ahora que suenan los redobles del Ramadán, cerca de dos mil millones de personas aclimatan sus pensamientos como si de disciplinados guerreros se tratara. El Ramadán se anuncia por sí solo, y su llegada es inaplazable. Atrás quedaron meses de asueto y vida sin condicionantes horarios y alimenticios.
Uno de los fundamentos del Ramadán consiste en hacer mejores a las personas, recordándoles que la buena educación está en los estómagos, que controlando los impulsos del estómago podemos controlar nuestra vida desde una perspectiva mucho más equilibrada, tanto física como mentalmente.
El mejor plan para un Ramadán perfecto es no tener plan. La espontaneidad es una tierra de cultivo ideal para la fe. Germina y se fortalece de forma atlética.
La espontaneidad tiene como activo principal a la propia naturalidad, lo que hace de ella un vehículo formidable para allanar los caminos que conducen a Allah.
Si la fe es el motor de la felicidad, las oraciones de Quiam al Lil (oraciones en la mitad de la noche) son su mejor lubricante. Tus pasos serán de gigante si a
ello añades lectura del Corán y recuerdos al Profeta sws.
El Ramadán es uno de los cinco preceptos del Islam. Se trata del mes del ayuno y cada año se celebra en un periodo distinto del calendario occidental. La tradición marca que hay que seguir este pilar en el noveno mes lunar del calendario islámico, justo tras la finalización del Sha’Ban (octavo mes).
Si la paciencia (sabr) es la llave de todas las cosas, el Ramadán se ofrece como un magnífico yunque para modularla y hacerla partícipe de nuestras vivencias. El ayuno ayuda a obtener autoconocimiento de uno mismo, a la vez que fortalece la capacidad mental. También tiene virtudes sanitarias y un alta carga moral.
El Ramadán tiene también una función religiosa, sanitaria (purifica el cuerpo) y mental (fortalece la voluntad). Además, el Ramadán tiene una alta carga moral, ya que acerca a la persona que lo experimenta el sufrimiento de mucha otra gente que está privada habitualmente de alimentos por dificultades de cualquier tipo, lo que fortalece el vínculo con la especie humana.
Más allá de las restricciones alimenticias, el Ramadán tiene valores profundos. Entre otras virtudes, promueve mejorar la relación con Allah; confiar en Él; entrenar la autodisciplina; romper con malos hábitos; ser más espirituales; mejorar como personas, promover lazos de fraternidad con tus congéneres, etcétera.
Independientemente de sus muchas cualidades físicas y espirituales, el Ramadán se constituye como uno de los elementos más importantes para fortalecer vínculos familiares. Es un activo formidable que nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos. La familia surge como un resplandor que calma esa sensación de orfandad cuando el Ramadán se acerca. Y todo porque surge el pensamiento del Iftar (ruptura del ayuno) en familia. En el Ramadán, el ayuno se rompe de manera especial al atardecer, durante un momento llamado Iftar.
La ruptura del ayuno tiene también un alto contenido social. Así, en muchas ciudades y pueblos se organizan rupturas de ayuno en comunidad, fortaleciendo así los vínculos sociales. El Ramadán es una valiosa herramienta de integración y comprensión entre la familia humana.
Dependiendo de dónde se encuentren, las horas de ayuno de los musulmanes durante el Ramadán, calculadas desde el amanecer hasta el anochecer, pueden variar de un país a otro según su ubicación. En diferentes países, millones de musulmanes tendrán que ayunar de 12 a 17 horas, informa Watan.
Los musulmanes que residen en Oslo, Noruega, ayunarán a mediados del mes de Ramadán durante un total de 15 horas y 15 minutos, entre las 3:30 am y las 6:45 pm.
El horario de ayuno en la capital egipcia, El Cairo, será de 14:14 horas, mientras que en Mascate, Omán, será de 13:53 horas. En Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, serán las 13.56 horas, y en Arabia Saudita también serán las 13:56 horas.
Según las observaciones, el período de ayuno más corto tendrá lugar en la ciudad de “Porto Montt” en Chile, donde los musulmanes ayunarán durante 12 horas y 44 minutos.
Nuuk, la capital de Groenlandia, es testigo de las horas de ayuno más largas: 17 horas y 26 minutos.
El número de horas de ayuno depende de la latitud: los países más cercanos al Polo Norte experimentan horas de ayuno más largas y viceversa.
En cuanto a los países árabes, la capital marroquí, Rabat, registra las horas diurnas y de ayuno más largas, con aproximadamente 14 horas y 23 minutos.
Por otro lado, “Moroni” en las Islas Comoras experimentará las horas de ayuno más cortas entre los países árabes, alrededor de 13 horas y 4 minutos.
El horario de ayuno en la capital egipcia, El Cairo, será de 14.14 horas, mientras que en Mascate, Omán, será de 13.53 horas. En Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, serán las 13.56 horas, y en Arabia Saudita también serán las 13.56 horas.
En Ammán, Jordania, las horas de ayuno serán de 14,11 horas, en Siria de 14,18 horas, en Libia de 14,21 horas y en Saná, Yemen, de 13,39 horas.
El primer día del Ramadán tendrá las horas de ayuno más cortas en la mayoría de los países árabes e islámicos, alargándose gradualmente hasta finales de mes.
En Egipto, el ayuno comenzará el primer día del Ramadán a las 04:52 a. m., y el Iftar a las 06:06 p. m.
De manera similar, en Omán, el ayuno comenzará a las 05:02 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 06:14 p. m.
En Siria, el ayuno comenzará a las 05:20 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 06:36 p. m.
En Palestina, el ayuno comenzará a las 05:31 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 06:45 p. m.
En el Líbano, el ayuno comenzará a las 05:28 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 06:43 p. m.
En Arabia Saudita, el ayuno comenzará a las 04:55 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 06:08 p. m.
En los Emiratos Árabes Unidos, el ayuno comenzará a las 05:14 a. m. y el Iftar a las 06:26 p. m.
En Bahréin, el ayuno comenzará a las 04:32 a. m. del primer día del Ramadán, y el Iftar a las 05:45 p. m.
Según cálculos astronómicos, el primer día de Shawwal (décimo mes) de 1445, correspondiente al 10 de abril, marcará el inicio del Eid al-Fitr.
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