Mounsif Yahya busca desesperado a su hija de tres años en Ceuta. Asegura, y así ha dejado constancia con una denuncia ante la
Policía Nacional, que su mujer se la ha llevado sin su consentimiento con la pretensión de cruzar, de manera ilegal, a la Península. Teme que ya haya pasado el Estrecho, aunque según le han informado, cabe la posibilidad de que la pequeña siga en Ceuta, en manos de las mismas personas que ayudaron a la madre de la niña a subirse a un ferri para llegar a Algeciras.
Este padre tetuaní aún no da crédito de que su mujer haya podido hacer eso, sobre todo, teniendo en cuenta de que la pareja tiene también un bebé de dos meses, el cual sí vive con Mounsif. Él mismo relata como los problemas llegaron hace cuestión de un mes. Como muchas personas del país vecino, este tetuaní se gana la vida en la frontera, pasando mercancía. Sin embargo, debido a la situación
fronteriza que ha dejado a muchos sin trabajo, Mounsif explica a El Faro que comenzaron las discusiones, no directamente con su mujer, sino con el hermano de ésta.
A raíz de una de esas discusiones, detalla, deciden vivir en casas separadas: él se fue a casa de su madre y ella se mantuvo en la vivienda conyugal con los dos hijos de la pareja. Desde ese momento, Mounsif relata que el contacto con sus hijos era mínimo. “Yo la llamaba, porque le compraba comida a los niños, pero ella me decía que no, que no fuera, que no quería saber nada de mí, que me olvidase de ellos”.
Fue en una de estas veces, cuando insistió en verla, que se presentó en la casa. Le pidió ver a los niños, pero ésta, según el padre, se lo negó. No obstante, ese mismo día se presentó en la casa donde él estaba viviendo, únicamente con el bebé de dos meses en brazos. “Venía sola con el niño. Le dio un beso y me lo dio. Ya no la he vuelto a ver”, recuerda este padre que no entiende aún el comportamiento de su esposa.
A partir de ese momento, asegura, ella ya dejó de contestarle a los mensajes y también a las llamadas. Sin embargo, la seguía a través de las redes sociales para saber de ella y de su hija.
Fue a través de Facebook cuando, el pasado viernes 31 de enero, vio una foto cuanto menos sospechosa. A través de esta red social, la madre de su hija subió una foto en la que estaba en la cafetería de un ferri. Al verla intentó ponerse en contacto con ella y que le diera explicaciones, sobre todo, de si su hija iba o no en ese ferri. Fue entonces cuando se enteró que su esposa, pese a no tener la documentación necesaria, había logrado cruzar a la Península después de pagar a unas personas para que la introdujeran en el barco de manera ilegal, aunque desconoce si su hija iba o no en el barco, ya que la madre se ha negado a decírselo.
A raíz de esta foto, el caso de Mounsif se hizo público a través de un vídeo que él mismo se grabó donde pedía ayuda para encontrar a su hija y contaba toda su historia. Este caso alcanzó cierta repercusión y fueron muchos los que se pusieron en contacto con él, principalmente para darle su apoyo.
Mounsif publicó un vídeo donde contaba su caso y pedía ayuda para encontrar a su hija
Uno de los que se puso en contacto con él fue un conocido suyo, quien le confirmó sus peores presagios: “Tu mujer y tu hija cruzaron la frontera y están en Ceuta”. Tal y como contó a la Policía Nacional en la denuncia que presentó este martes, fue esta persona la que le informa que él, junto con otro hombre que Mounsif no conoce, pasaron en su coche a su esposa, que cuenta con pasaporte marroquí de la provincia de Tetuán, y a su hija, que al no tener documentación, cruzó la frontera escondida en los asientos traseros del vehículo.
Gracias a este conocido ubica que fue hace 20 días cuando se produjo este pase, casi el mismo tiempo en el que Mounsif dejó de tener contacto con su mujer y su hija.
Con estos datos empezó a tirar del hilo de este entramado y dio con la persona a la que su esposa le pagó, supuestamente, 12.000 euros para lograr el pase de ella y su hija de tres años a la Península. El trato era cruzar la frontera y trasladarlas a una barriada de Ceuta, donde esperarían el mejor momento para introducirla de manera ilegal en un ferri y que pudieran cruzar hasta Algeciras.
Según la persona con la que su mujer acordó este pase, “mi hija está casi seguro en Ceuta”, pero no tiene la certeza de si la madre, finalmente, la cruzó o no, ya que sólo cuenta con la palabra de un supuesto traficante de personas.
Ahora mismo Mounsif sólo quiere saber dónde está su hija y recuperarla. Le da igual si la madre vuelve o no, pero no quiere separarse de su hija y busca poder vivir con ella y con su bebé de dos meses, todos ellos, en Tetuán. La policía marroquí también está tras el paso de la menor.
Un pase ilegal que termina por romper a una familia
Las aspiraciones de la esposa de Mounsif para alcanzar la Península han roto su familia. La mala situación de la frontera fue el pistoletazo de salida para la crisis familiar que ha terminado con la división de este hogar: madre e hija por una parte y padre e hijo por otra. Mounsif ya da por perdida su relación con su esposa, pero no está dispuesto a permitir perder a su hija y que sea su mujer la que se la lleve en contra de su voluntad.
Además, lo que más le preocupa ahora a este padre tetuaní es saber dónde está su hija. Tiene la ligera sospecha, y más bien la esperanza, de que la pequeña, de tan solo tres años, siga en Ceuta y que su esposa haya cruzado sin ella. El hecho de que su pareja se niegue a enviarle imágenes con la pequeña le hace sospechar que la menor siga en nuestra ciudad, en manos de las mismas personas que lograron que su esposa se subiera a un barco con rumbo a Algeciras, pese a no tener visado para poder hacerlo de manera legal.
Eso, a su vez, le genera una gran desesperación, el pensar que su hija esté con unos desconocidos y él no pueda saber nada de ella. Ha puesto el caso en conocimiento de la Policía, tanto en España como en Marruecos, con la esperanza de que puedan dar con su hija.
En estos casos, tendría que ser la policía marroquí la que persiga este presunto delito de sustracción de menores, ya que su mujer se marcho con la niña desde el país vecino. Por parte de la policía española, su radio de acción se enfocaría a Extranjería, controlando y evitando la salida de la menor, en caso de que aún siga en Ceuta, sin que cuente con la documentación correspondiente y atendiendo a la denuncia ya interpuesta.
Mounsif sospecha que una vez en la Península, su esposa se irá con su madre y su hermana, ya que ambas viven en Alcorcón y tienen una casa allí.
Este padre teme que lleguen hasta esta situación, puesto que con sólo el pasaporte marroquí, no podría visitarla en Madrid si esta radica su residencia allí.
Detrás de este caso, el tráfico de personas que existe entre ambos países, con un enlace en Marruecos y otro en Ceuta, que es el que se encarga de que las personas, sin papeles, lleguen a cruzar el Estrecho, en este caso, previo pago de 12.000 euros.
Ese es el precio que ha terminado por romper a la familia de Mounsif.
Ahora este padre sólo pide la colaboración para dar con la pequeña. Mantiene la esperanza de que siga en Ceuta ya que, después de publicar el vídeo, son algunas las personas las que aseguran haber visto a su mujer y a su hija en una barriada de nuestra ciudad.
Mounsif sólo tiene la palabra del traficante del lado marroquí, quien no es capaz de asegurarle si su hija iba en el barco con su mujer o si aún permanece en manos de su enlace en suelo español. Para lograr esa información tuvo que amenazarle con denunciarle para poder saber qué es lo que ha pasado con su hija y dónde está.
Una historia familiar que se mezcla con el entramado del tráfico de personas entre nuestro país y Marruecos. Este padre está dispuesto a todo por recuperar a su hija y por eso ha pedido la colaboración de la ciudadanía para dar con ella.