Familiares de internos del
centro penitenciario de Ceuta denuncian la falta de asistencia sanitaria a algunos de ellos que, afirman, “presentan síntomas” similares a los que genera
el coronavirus. Piden además que se realicen los test a los posibles casos de coronavirus que pudiera haber ya dentro de la prisión. Y en caso de que den positivo, piden que se establezca un protocolo por el cual puedan derivar a estos internos al Hospital o bien se les aísle y puedan hacer una cuarentena real. Según han podido saber estos familiares, de las medidas tomadas para la higiene de la cárcel la única que se está llevando a cabo es desinfectar las instalaciones. A eso se suma, denuncian a El Faro, que el médico de la prisión “no quiere acercarse a ellos” o en otras ocasiones “no está”. “No la pueden hacer de momento porque tienen que ir a comprar al economato o bien tienen que ir a las cabinas. No pueden estar aislados completamente. Puede haber contagios y eso se expande muy rápido en un sitio como un centro penitenciario”, afirma estos familiares que prefieren salvaguardar su identidad. Al igual que el médico, denuncian que el psicólogo de la cárcel actúa de la misma manera y se niega a acercarse a los presos que presentan síntomas, a pesar de que no se haya determinado realizarles pruebas para averiguar si han podido infectarse de este virus. Ante este panorama, las familias se están haciendo eco de lo que les comunican sus allegados dentro de la cárcel. Los reos han advertido que si no se toman decisiones que mantengan la salud pública de todos los internos, se manifestarán. “Van a caer como hormigas como se contagien unos a otros”, lamentan los familiares, que ya han contactado con “varios partidos políticos”, aseguran, para hacer llegar su voz a representantes públicos además de hacerlo a través de los medios de comunicación. E insisten en la necesidad de que acudan sanitarios que realicen las pruebas a aquellos con síntomas y, en caso de que tengan coronavirus, “se los lleven al Hospital”. Todo con tal de evitar que la prisión sea un foco de coronavirus. “Están desesperados”, concluyen sus familiares.