Las tensiones entre inmigrantes de distintos colectivos por controlar los ‘puestos de trabajo’ creados en torno a las superficies comerciales del puerto dieron lugar, ayer, a un amago de tangana entre subsaharianos que pudo ser controlado por la Policía Nacional. El partido se juega entre los cameruneses (que quieren hacerse con los puestos de aparcacoches y traslado de los carros) y los demás: gambianos, guineanos y senegaleses ayudados de nigerianos, colectivo éste tradicionalmente enfrentado a los herederos de los motines del pasado verano.
En esa lucha por dominar un tipo de trabajos que representa una importante inyección económica para los inmigrantes se han ido sucediendo reyertas. Ayer, en el entorno de playa Benítez, los inmigrantes se habían hecho con material encontrado en contenedores (como cartones y palos de madera) para enfrentarse. La rápida intervención de algunos presentes que alertaron a la Policía Nacional ayudó a que no hubiera tangana, controlándose la situación.
El problema es que esos inmigrantes regresan después al CETI y existe el temor de que los enfrentamientos que están protagonizando en la calle se trasladen al interior del campamento. La Policía Nacional lo sabe y ha aumentado la presencia de sus patrullas por la zona, preparando controles preventivos y advirtiendo a los sin papeles de la posibilidad de proceder a detenciones si siguen con estas prácticas.
De momento dos inmigrantes que resultaron heridos en las reyertas del pasado jueves permanecen en la enfermería del CETI, uno de ellos con un traumatismo en la cabeza.