El colectivo sirio cumplió ayer su tercer día de reivindicación en la Plaza de los Reyes para pedir su salida de Ceuta. Aunque la Delegación del Gobierno ha dicho ya en varias ocasiones que no cederá a “presiones”, este grupo opta por mantener su presencia en este céntrico enclave lejos del Centro de Estancia Temporal de Inmigrante (CETI), lugar al que no tienen intención de volver.
Un día más, los hombres del grupo despertaron en la Plaza de los Reyes y poco después, sobre las diez de la mañana, se unieron sus esposas e hijos, que venían de pernoctar en hostales. Juntos, hacían llegar su reivindicación mediante cánticos, carteles, pancartas y camisetas, y volvieron a captar la atención de los viandantes. Los niños se volvieron a unir a la reivindicación y a faltar a clases.
El colectivo continúa haciendo vida en el entorno de la Plaza de los Reyes, usando los baños de los garajes y protegiéndose de la lluvia bajo los soportales donde se ubican los ascensores. Cuando va anocheciendo este es el lugar elegido por los sirios para ‘escapar’ del viento y el frío. Allí tienen amontonadas sus mantas en una esquina donde descansan. Ayer incluso pasaron el tiempo por la noche viendo una película en un ordenador portátil.
Lo que sí tuvieron que retirar los miembros del grupo fueron las pancartas que tenían enganchadas en los árboles y mobiliario urbano. Por orden de los agentes policiales, tienen prohibido colgarlas de manera permanente, por lo que sólo las pueden mostrar en sus manos.
En sus pancartas, indican tanto en español como en árabe que vienen huyendo de una guerra y que han llegado a Ceuta, que para ellos es una “cárcel” ya que no tienen la posibilidad de salir.
Los sirios también recibieron la visita de los Servicios Sociales para recordarles que los niños no se podían quedar a dormir a la intemperie, algo que ya han aprendido de la primera concentración y que respetan desde que el pasado miércoles se instalaran de nuevo en la Plaza de los Reyes. También les advirtieron de que los niños no pueden posar con pancartas.
Los días pasan y los sirios no muestran síntomas de que vayan a desistir de su empeño y abandonar la que desde hace tres días es su casa. Ellos tienen la esperanza de conseguir su objetivo, pero ya cuentan con que la Delegación ha dicho que será inflexible.