La
crisis sanitaria por el coronavirus está dejando medidas extraordinarias ante un momento también extraordinario. España ha decretado el estado de alarma, que comenzará este sábado, y
Marruecos, entre otras medidas,
cerró su frontera terrestre con Ceuta y Melilla. En este caso, el vecino país este viernes dejó toda la tarde
entrar a los turistas españoles que se habían quedado atrapados en Marruecos. Sin embargo, los marroquíes que se han quedado en nuestra ciudad o en otros puntos de España no pueden acceder a su país, ya que las fronteras están totalmente cerradas y además Marruecos también decretó la suspensión de las comunicaciones marítimas y aéreas. Eso dejó a muchos súbditos marroquíes sin poder regresar a su país y las escenas de tensión no se han hecho esperar. Los marroquíes que se encuentran en Algeciras han protagonizado momentos de tensión en el consulado de Marruecos en la ciudad andaluza, donde ha habido enfrentamientos entre los propios ciudadanos, actualmente bloqueados, con los funcionarios del consulado. Ellos pueden viajar hasta Ceuta, pero una vez en nuestra ciudad el acceso a Marruecos es imposible: las fronteras están cerradas. Y así seguirá hasta que lo determine el Rey Mohamed VI, aunque todo hace indicar que se decidirá en función de como el coronavirus vaya evolucionando en España.
Empujones, insultos, amagos de peleas... escenas de tensión son las que se han vivido en el consulado de Algeciras en Marruecos, que representa muy bien el estado de muchos marroquíes a los que este cierre de la frontera les ha cogido de imprevisto. Hay que recordar que esta decisión se tomó por parte del vecino país, cuyo Rey habló con el de España, Felipe VI, pero prácticamente no dio tiempo a realizar planes ya que se anunció con muy pocas horas de previsión.
En Ceuta, por su parte, se encuentran otros tantos marroquíes esperando a que Marruecos acepte su entrada en el que es su país, algo que hasta ahora no ha ocurrido, ya que el reino alauita no quiere una posible propagación del virus por su territorio, como ocurrió con el último caso de coronavirus allí, el de un marroquí que viajó de España hasta Marruecos.