Teatros, vuelta a lo mismo

Aunque suelo navegar habitualmente por Internet, paso de Facebook, Twitter o de Twenti. No siento el menor interés por ninguna red social. Siendo muy selectivo, suelo visionar alguno de los videos de YouTube de los que, con relativa frecuencia, aterrizan en mi correo y para los que la papelera suele ser el destino directo de su gran mayoría. Hay excepciones, ya digo. El caso, por ejemplo, del que me envía mi buen amigo Santiago Vicente Pecino, al que he animado a volver a su columna semanal.
A Santi tengo que agradecerle su correo, a propósito del reciente derribo del edificio que albergó a la que, con toda la razón, se dio en llamar “la gran sala cinematográfica del norte de África”. Otra pérdida de identidad más, se limita a decirme, adjuntándome un video en el que se recogen los últimos días de lo que en su tiempo fue el cine ‘África’, colgado en YouTube, al parecer, por la propia empresa que ha acometido su demolición.
Lo del ‘África’, para muchos, ha sido lacerante. Ceuta no debió, jamás, quedarse sin tan emblemático cine, que bien pudo haberse convertido en el teatro municipal de la ciudad. Pero hay más. Con el derribo se ha perdido también la gran cantidad de material de toda índole que el interior de la sala estaba depositado, auténticas piezas museísticas, como máquinas, proyectores, carteles y toda suerte de valiosos recuerdos que allí permanecían encerrados sin que nadie se planteara, antes del derrumbe, reparar en tan lógica posibilidad. Desgraciadamente no ha sido la primera vez ni será la última que la desidia o la ignorancia nos dejen sin tantos presentes de identidad.
De lo que había en el interior del cine ya dio cuenta en su reportaje esa extraordinaria y joven periodista que es Beatriz Blasco. Si vuelvo a referirme al ‘África’ es, sencillamente, motivado por la tristeza que me ha causado la contemplación del video al que aludo, en el que se muestra un recorrido por el interior del cine, días antes de su derribo y de todo el proceso. Más que contarles nada al respecto, váyanse directamente al documento en You Tube, bien desde Google o en esta dirección, y juzguen por sí mismos: http://www.youtube.com/watch?v=2UX0AYvfeVs&feature=player_embedded#at=18.
¿Cómo ha sido posible tanto abandono, dejando a la suerte de inmigrantes ilegales y de los vándalos de turno el interior de tan carismática sala, en la que, al no haberse construido el Palacio de Justicia en su solar, perfectamente podría haberse recuperado para otros muchos fines. Es más, ¿es que no existía más parcela que esa para levantar tal sede?
Ahora ha sido el ‘África’. Pronto seguirá su misma suerte el ‘Cervantes’. Tampoco nadie se planteó jamás de recuperarlo, con lo que perderemos el último edificio que permanece en pie de los teatros que tuvo la ciudad. En este caso el que el 31 de julio de 2015 cumpliría su centenario. Qué pena.
Lamentable, sí. Casi todas las ciudades han salvado, al menos, alguno de sus históricos coliseos. En Algeciras, por ejemplo, el Ayuntamiento se quedó hace años con el ‘Florida’, inmerso en la actualidad en una nueva y total reforma con fondos FEDER. En Melilla acaban de inaugurar su centenario ‘Teatro Kursaal’ (1912), restaurando la fachada modernista de Enrique Nieto, que reemplazó a la primitiva, en madera, de sus dos primeras décadas, y rehabilitando por completo sus interiores. Obsérvenlo en la fotografía.
Trece millones ha costado ese ‘teatro, teatro’, con mayúsculas, con sus 760 plazas, mientras que el coste de nuestro Auditorium se ha multiplicado por cuatro, y con un centenar de butacas menos. No discuto la maravilla arquitectónica que para muchos ha supuesto la obra de Siza. Para mí no lo es tanto. Pero muy pronto vamos a comprobar cómo ese aforo ha pecado de ridículo para tan magna obra. A vista de la marcha de la venta de los abonos para los próximos espectáculos me remito, y a la posterior de las entradas sueltas que pudieran quedar para cada una de las representaciones, no digamos ya la del Lago de los Cisnes.
Por supuesto que estamos en crisis, que para derroches bastantes los ha habido con esa Manzana del Rebellín, pero no me resisto a lanzar un S.O.S. por nuestro también centenario ‘Teatro Cervantes’, originariamente ‘Del Rey’.