El cambio de modelo de gestión del servicio de transporte público en autobuses urbanos parecía uno de los escasos asuntos que concitaban unanimidad en Ceuta alrededor de la conveniencia de que la Ciudad asuma su gestión directa y, con ello, mejore y amplíe sus prestaciones, pero tampoco.
La Asociación Unificada de Taxis ha presentado una alegación al expediente en su fase de exposición pública en la que considera “imprescindible” que se cree una mesa negociadora “para la adopción de las medidas necesarias que garanticen la supervivencia, coordinación y rentabilidad de ambos sectores en beneficio del interés de la ciudadanía”.
Los taxistas están “inquietos” por la “municipalización” del servicio y especialmente por “la ampliación del número y regularidad de viajes en las líneas”. La mejora de ambos aspectos genera “gran incertidumbre” entre “los profesionales del taxi” debido a “las pérdidas económicas que puede generar para sus bolsillos que más viajeros se inclinen por los autobuses en vez de sus vehículos para desplazarse.
“Acarreará amortización de puestos de trabajo y aumentará la tasa de paro de la ciudad”, ha alertado el colectivo en un escrito a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico.
Con 121 licencias en la actualidad (cinco de ellas para vehículos adaptados a personas con discapacidad), la administración local ha repartido 1,61 millones de euros entre sus propietarios y los conductores durante los dos últimos años.
Ahora se ha acordado transferirles otros 420.000 euros. Una vez descontados los gastos de gestión cada titular de licencia percibirá unos 3.400 euros, cantidad de la que únicamente tendrá que destinar el 40% a sus asalariados de acuerdo con el procedimiento pactado con el Ejecutivo local y la Cámara de Comercio.
Previamente los dueños han percibido 510.000 euros en forma de ayudas directas y otros 505.000 para la modernización de la flota. A los trabajadores del sector a través de cerca de 200 solicitudes atendidas se les asignaron otros 600.000 en el marco de los programas del ‘Ceuta Resiste’, en el que se acordó compensar las consecuencias de las restricciones de movilidad y actividad ligadas a la crisis sanitaria de la covid-19.
El sector del taxi ha conseguido una subida de las tarifas que ha dejado la carrera mínima en 3,5 euros, la bajada de bandera en 1,1, el kilómetro recorrido en 80 céntimos y los suplementos entre 0,4 euros (por maleta o bulto) y 38,4 (por el recorrido turístico de 90 minutos).
En el ámbito del IPSI, la Consejería de Hacienda lleva meses trabajando en un expediente para rebajarlo del 2% al 0,5% en ese sector.
El Gobierno local y el resto de la oposición parte de que el cambio de modelo de gestión del servicio de transporte público colectivo permitirá “trabajar en la gestión de la demanda” y “estimular su uso con una estrategia integral que busca como objetivo último hacer más sostenible la movilidad territorial”.
“Este nuevo modelo de gestión constituye una verdadera oportunidad que pretende dar soluciones a los problemas reales de movilidad de los ciudadanos, así como garantizar un sistema de transporte público eficiente, sostenible y resiliente”, considera el consejero de Medio Ambiente, Yamal Dris.
Según los datos de la encuesta realizada para elaborar el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, el 80% de los ceutíes no se desplaza habitualmente en el transporte público de la ciudad autónoma, lo que indica la baja tasa de utilización global.
Dentro del 20% restante nadie se desplaza diariamente o en días laborales, siendo los únicos desplazamientos aquellos ocasionales con una frecuencia de una vez a la semana (56%), el más representativo de los entrevistados, y de 2 o más veces a la semana con el 44%.
Seis de cada diez usuarios de los autobuses valoran como mala o regular las frecuencias de los servicios con las que ha operado Hadú-Almadraba debido a los elevados tiempos de paso de los vehículos. Respecto a los tiempos de viaje, el 66% los califica como “buenos” para la ciudad autónoma y el coste de viaje, aunque el 30% lo consideran “regular” para la calidad del servicio ofertado, mientras que para el resto es bueno o satisfactorio.
Para “alcanzar unos niveles de calidad equiparables a las medias nacionales en cuanto a líneas, frecuencias, vehículos y servicios complementarios” el Gobierno prevé abrir nuevas líneas e incrementar las frecuencias de paso de los vehículos, incluso llegar a puntos actualmente monopolizados por los taxistas como la Estación Marítima o el helipuerto, adonde no llegan los autobuses.
Los vetustos autobuses de Hadú-Almadraba tienen los años contados. La municipalización del servicio va a permitir ofrecer al usuario “una experiencia satisfactoria con vehículos de última generación y altas prestaciones”.
El Gobierno prevé acometer una renovación “paulatina” de la flota y todos los comprados serán “confortables, dotados de las últimas tecnologías del mercado (incluyendo conexión inalámbrica a Internet y pantallas de información al viajero) y completamente accesibles para personas usuarias con cualquier tipo de necesidad especial”.
También se habilitará una página web y una aplicación para “ampliar los canales de acceso a la información de líneas, horarios, tiempos de espera y descuentos”.
“Aumentar los niveles de seguridad frente a actos ilícitos con la incorporación de sistemas de videovigilancia inteligente” y “mejorar la gestión del servicio y mantenimiento de la flota para incrementar la fiabilidad del servicio, fundamental para la fidelización de los usuarios”, son otros de los objetivos prioritarios del Ejecutivo a través de Amgevicesa.
Además, la adquisición de nuevos autobuses primará los que utilicen “tecnologías alternativas que repercutan en la reducción de las emisiones de gases contaminantes”.
La Ciudad se propone “mejorar y ampliar la cobertura de la red y potenciar la intermodalidad como elemento clave para aumentar la eficiencia, competitividad y fiabilidad del transporte”, así como efectuar “una renovación integral de todas las paradas con marquesina, banco, apoyo isquiático, horarios, tarifas en vigor y condiciones generales del servicio, así como teleindicadores de espera”.
Con todas estas mejoras se cree posible llegar durante el segundo semestre de 2024 y el primero de 2025 a devolver la demanda a 5 millones de pasajeros, como en los mejores tiempos del Tarajal.
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