La Plaza Nelson Mandela ha sido el escenario escogido durante el mediodía de este sábado para el tradicional ‘Tapeo Pollinico’, organizado por la
Hermandad de la
Pollinica de Ceuta. Se trata de la primera vez que se realiza en este emplazamiento, concretamente en uno de los locales, donde se han dado cita numerosos fieles y devotos de la cofradía con ganas de pasar un buen día de convivencia. Benjamín Villada, vicehermano mayor de la Hermandad, ha explicado que se trata de una tradición de años. “Normalmente lo hacemos en el mes de septiembre u octubre aunque estos años atrás por el tema de la pandemia ha sido un poquito difícil recuperarlo”. Sin embargo, este año, “estamos teniendo bastante gente y con mucha ilusión y muchas ganas”. Cuentan con más de 18 tapas para ofrecer a todo el público, tanto caliente como fría, entre las que no faltan las albóndigas, tortilla, lomo en manteca, boquerones en vinagre o las tradicionales torrijas de
Semana Santa.
Como no podía ser de otra manera, el buen olor de la comida se palpaba en el local. Cabe destacar, además, que todo ha sido elaborado y donado por los propios hermanos. Tampoco ha faltado las cervezas y los refrescos para acompañar. Todo esto no sería posible sin la gran colaboración de todos los miembros de la Hermandad, que desde hace días trabajan para que todos disfruten de este tapeo
solidario. Y es que todo lo recaudado irá destinado a “la bolsa de caridad de la hermandad y todo los gastos que conlleva la hermandad durante el año”, ha explicado Villada. El buen ambiente ha sido la tónica predominante en esta jornada. Pasada la una y media del mediodía, la gente seguía llegando y acomodándose en sus mesas. Tenían ganas de pasarlo bien y “apoyar como siempre”, manifestaban algunos. Asimismo, hacían hincapié en que “todo está riquísimo”.
Niños y adultos, no importaba la edad. Quedaba mucha tarde por delante, ya que después de la comida, los asistentes podían hacer una sobremesa sin que faltaran las copas El ‘Tapeo Pollinico’ se celebró por primera vez en el año 2011 y desde entonces se ha convertido en una cita ineludible para muchas personas que, en un número cada vez mayor, se acercan cada año a degustar comida casera al tiempo que colaboran con la Hermandad.