Categorías: Sucesos y Seguridad

Melilla registra la mayor avalancha de su historia con el salto de 500 inmigrantes

La densa niebla de ayer facilitó el asalto a la valla de dos grandes grupos de subsaharianos que intentaron entrar de forma “violenta” en la ciudad a las ocho de la mañana por la zona del Río Nano

Melilla vivió de lunes para martes una noche larga. El día amaneció con niebla y cerca de un millar de subsaharianos (Rabat habla de 600) aprovechó esta circunstancia a la doble alambrada que separa la ciudad de Marruecos. Los inmigrantes bordearon la valla  en fila india hasta la zona del Río Nano donde encontraron un sitio de “fácil acceso”, sin concertina ni malla antitrepa. Fue entonces cuando protagonizaron el mayor salto que se recuerda, superior incluso a los de la crisis de las vallas de 2005.
Así, alrededor de 500 inmigrantes entraron ayer a la ciudad al amparo de la niebla cinco minutos antes de que el reloj marcara las ocho de la mañana.
El salto, según explicó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, “fue masivo”, “uno de los más importantes de los últimos años” y “muy violento”.
Para demostrar la fiereza con la que dos grupos de subsaharianos se aproximaron ayer a la valla, El Barkani mostró un vídeo en el que se ve cómo los inmigrantes lanzan piedras a dos agentes marroquíes, que corren a esconderse de la avalancha que se les viene encima.
Según El Barkani, los inmigrantes lanzaron palos y piedras a las fuerzas auxiliares desplegadas por Marruecos para impedir el avance de los subsaharianos hacia territorios español.
El asalto dejó “un número importante de heridos” a ambos lados de la doble alambrada. Para socorrer a todos los inmigrantes que requirieron atención médica en Melilla (29), dos médicos y tres enfermeras del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se acercaron a las Urgencias del centro de salud Polavieja, en la avenida Álvaro de Bazán y al Hospital Comarcal.
Con la entrada de ayer, el CETI rebasa sus propios límites: Acogía a 1.800 inmigrantes, según el delegado, aunque los trabajadores del centro hablan de 1.900. En cualquier caso la cifra está “por encima del triple de su capacidad”.
Aún así, el delegado no dio ayer su brazo a torcer y puso la mano en el fuego por la idoneidad del centro. “Hay diversidad de opiniones. Las instalaciones son buenas. El número idóneo de inmigrantes estaría entre 500 y 700”. Aún así, aclaró que la solución al mayor problema de esta ciudad no está en ampliar el CETI, poner más guardias civiles o subir la valla.

Dos mil personas acampadas en el monte Gurugú

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aseguró ayer que hay entre 1.500 y 2.000 inmigrantes acampados en el monte Gurugú a la espera de acceder a Melilla. “En los últimos días se hablaba de un movimiento hacia Melilla del orden de 2.000 inmigrantes. Ese movimiento sigue produciéndose”, señaló. Asimismo aclaró que tras las entradas masivas en la ciudad, los inmigrantes que están más alejados de Nador suelen desplazarse hacia las cercanías de Melilla con la intención de saltar la valla.

Asalto violento sin muertos ni guardias heridos

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, destacó ayer la violencia empleada por el millar de inmigrantes subsaharianos que intentó entrar ayer en Melilla sobre las ocho de la mañana. “Si no es el más violento, es uno de los más violentos”, dijo.
Pese a la extrema violencia empleada por los inmigrantes El Barkani reconoció en una comparecencia que hizo ayer acompañado del coronel de la Comandancia de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, que no hay ningún guardia civil herido. Tampoco tiene constancia el delegado de que se haya registrado alguna muerte del lado marroquí de la frontera, como aseguró la ONG Prodein en su cuenta de Twitter. Sin embargo, inmigrantes del Centro de Estancia Temporal de Melilla consultados por El Faro afirmaron a este diario que habían escuchado rumores de que había habido dos personas muertas del lado marroquí de la frontera.
Este punto lo negó el delegado del Gobierno, que sí admitió que en Marruecos hay dos subsaharianos heridos de “importancia” tras el asalto de ayer.
Hay que tener en cuenta que Marruecos ha dado parte de los últimos fallecimientos en asaltos a la valla en cuanto se han producido. Ayer el Ministerio del Interior del país vecino emitió una nota en la que no mencionó que se hubiera producido ninguna muerte a las puertas de Melilla.

Más de 60 heridos: 29 en Melilla y otros 33 en la parte marroquí de la frontera

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, confirmó ayer que 29 inmigrantes subsaharianos fueron atendidos en la ciudad con roturas, contusiones y cortes tras protagonizar el salto a la valla de ayer por la zona de Río de Nano.
Tres de esas 29 personas fueron dadas de alta al mediodía. Otra presentaba una fractura de pelvis y una quinta (foto) estaba sobre las 12:45 horas en el quirófano del Hospital Comarcal en medio de una intervención por desgarro en un brazo.
El número de heridos en la zona marroquí fue mayor. Treinta y tres personas resultaron heridas del otro lado de la valla, según un comunicado del Ministerio del Interior de Marruecos.
La mayoría de ellas, inmigrantes, aunque también hay cinco policías marroquíes que fueron alcanzados por las pedradas lanzadas por los subsaharianos que intentaban saltar la valla.
Según el Gobierno de Rabat, esos 28 inmigrantes necesitaron ayer atención médica en el hospital Hassani de Nador al resultar heridos “por las alambradas” del vallado fronterizo. Ninguno de ellos tuvo que ser ingresado.

Heridos de “importancia”
Sin embargo, esta información contrasta con las declaraciones del delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, que ayer dijo que había dos inmigrantes heridos de “importancia” del lado marroquí.
Según los datos difundidos por Marruecos, el asalto estuvo protagonizado por unas 600 personas que trataron de pasar la valla por el lugar conocido como Ued Tigorfatine. De ese grupo, 102 fueron detenidos por la Policía.
Además y en otro suceso distinto, pero en la misma región, 150 inmigrantes fueron detenidos a las tres y media de la madrugada cuando trataban de salir ilegalmente (supuestamente en patera) de la zona conocida como Ued Tismiguine, en Farhana (cercanías de Melilla).

El Barkani no descarta que se produzca otro asalto a la valla si la niebla persiste

Melilla está a merced de la meteorología. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, admitió ayer que si la ciudad vuelve a amanecer envuelta en una densa niebla podría darse otro salto masivo a la valla como el protagonizado ayer por medio millar de inmigrantes subsaharianos. “Podrían volver a entrar. Esperemos que no haya niebla”, dijo.
La Delegación del Gobierno achaca a la difícil visibilidad de ayer, el acercamiento a la valla de dos grandes grupos que en un primer momento se replegaron, para luego acercarse pegados al perímetro fronterizo hasta encontrar una zona de fácil acceso, que finalmente encontraron en las inmediaciones del Río Nano.
“Ayudados por la presencia de la niebla un grupo importante de unos 1.000 inmigrantes intentó entrar: Lo han logrado unos 500”, confirmó ayer el delegado.
Los vecinos de Melilla sabían que algo estaba pasando en la frontera. Pasadas las tres de la madrugada el helicóptero no paraba de dar vueltas por la valla. A esa hora ya se habían avistado las dos grandes bolsas de inmigrantes que amagaban con acercarse al perímetro fronterizo.

Fuerza proporcional
La avalancha de ayer no será la última. “Hay un gran número de inmigrantes pendientes de dar el salto a la valla”, apuntó El Barkani. Para frenar esas intenciones están la Policía marroquí y la Guardia Civil que les harán frente “con la fuerza proporcional que merece la situación”, recalcó el delegado del Gobierno.
Este punto lo aclaró el coronel de la Comandancia de la Benemérita Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor. Según dijo, los guardias civiles hicieron frente al asalto de ayer con “el material reglamentario que se tiene. Nada especial”, subrayó en respuesta a una pregunta sobre si ayer se usaron armas antidisturbios para repeler a los inmigrantes.

La llamada del ministro
Tras la avalancha de ayer, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, llamó por teléfono al delegado del Gobierno para anunciarle el envío de agentes de refuerzo a la ciudad para frenar una crisis migratoria que ha tenido como consecuencia que en los primeros tres meses de este año hayan entrado en la ciudad 1.600 inmigrantes (frente a 2.500 en todo el año pasado).

La colaboración marroquí
Agentes de la Guardia Civil están convencidos de que el problema no está en el número de inmigrantes que ha conseguido entrar en Melilla sino en el efecto llamada del asalto masivo de ayer.
Una vez más, El Barkani volvió a insistir en que la solución al problema de la inmigración en Melilla pasa por una mayor implicación de la Unión Europea, por incrementar la inversión en los países de origen de donde proceden los inmigrantes que arriban a la ciudad y por trabajar más en la colaboración hispano-marroquí. No hay que olvidar que este último punto falla a menudo, tal y como reconoció el pasado lunes el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, durante una visita al Ministerio del Interior en Rabat.

“El vallado de 2005 era más pobre que el actual”

El coronel de la Comandancia de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, vivió la crisis de las vallas de 2005 en la ciudad. Consultado por El Faro sobre si existen similitudes entre el salto protagonizado ayer por medio millar de inmigrantes y lo ocurrido hace nueve años, el alto mando de la Benemérita asintió. “Por las cuantías que estamos barajando, sí. Pero la infraestructura que había en 2005 era mucho más pobre. El vallado era bien distinto”, comentó.
Hay que recordar que el 14 de octubre de 2005 la Secretaría de Estado de Seguridad de Zapatero emitió una resolución acordando la contratación de emergencia de obras, suministros y servicios en los perímetros fronterizos de Melilla y Ceuta por importe de 12 millones de euros. En esa partida entró el “reforzamiento y recrecimiento” del vallado exterior en ambas ciudades. También en ese año se invirtieron 13,9 millones en la sirga tridimensional.
En 2007 el Gobierno socialista retiró la concertina de la frontera de Melilla en los puntos más sensibles, pero la dejó a ras de suelo y junto a garitas marroquíes.
En noviembre del año pasado, Interior decidió reponer la concertina e incorporar malla antitrepa en un tercio de la valla. Este año se invertirán 1,5 millones más en colocar más malla antitrepa, dos torres de control y más cámaras de vigilancia. Frontex ha enviado vehículos y material de vídeocontrol.

 

 

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