El Ministerio de Educación en una reunión mantenida con los encargados de las Tics en los centros educativos informó de cómo nos afecta la ley de prorección de datos en colegios e institutos.
Las TIC son Tecnologías de la Información y la Comunicación. Es decir, son todos los dispositivos creados para almacenar, transmitir, recibir y enviar información combinando redes telefónicas, audiovisuales e informáticas.
Se informó de la normativa vigente a este respecto que paso a enumerar.
No sé podrán crear grupos de WhatsApps entre alumnos y profesores.
No sé mantendrá contacto telefónico desde el móvil personal con los padres. No se hará pública una lista conjunta de alumnos para comunicarles las calificaciones. Los profesores no tendrán acceso a las notas de selectividad de los alumnos. Las calificaciones se comunicarán a cada alumno individualmente en privado. No se podrá mantener con el alumnado información por correo electrónico si no se usa la plataforma del Ministerio. Queda terminantemente prohibido colgar o dar publicidad en las redes sociales a todo tipo de actividades que aparezcan alumnos: viajes, obras de teatro, certamen de poesía, deportes, graduaciones, cantando en el coro del instituto, asistiendo a una conferencia, visitando la fabrica de chocolate Maruja, acudiendo a una asamblea del Ayuntamiento, recogiendo un premio y todo lo que a uno se le ocurra.
Los padres no conocerán el teléfono de los profesores, tampoco los alumnos aunque el profesor tenga a bien dárselos.
Tendremos que guardar silencio si queremos comentar asuntos puntuales que afecten a la “dignidad” de los alumnos: no estudias nada, dejaste el examen en blanco, voy a llamar a tu padre, vas a repetir curso, no te enteras de nada, tienes tantas faltas de asistencia, estás repitiendo curso, ya te han abierto un expediente: cualquier comentario que afecte a un alumno pero que repercuta en el grupo.
Todo en privado. Tampoco un profesor deberá permanecer solo con un alumno pues le podría acusar de la muerte de Manolete.
No sé cómo haremos en las tutorías. Prohibido preguntar en publico la edad, la profesión de los padres y las madres, qué tipo de música le gusta a cada uno, leer un trabajo de cualquier chico que el profesor considere interesante: los padres tendrían que autorizarlo.
Seguiremos viendo a niños masacrados por las guerras, el hambre, la injusticia, los asesinatos. Eso es público en todos los medios de comunicación.
¿Qué hacer para no sufrir una sanción, expediente o tener que asistir a un juzgado por una denuncia de los padres?
Ser sordo, mudo, ciego, manco de una mano y manco de la otra por si quieres evitar una pelea no sea que te acusen de ponerle la mano encima. No repartir exámenes en clase, no hacer ningún comentario que se interprete como ofensivo, ponerse un antifaz para que no te acusen de mirar con mala cara.
Mañana me haré invisible, no diré nada pues podrá ser utilizado en mi contra, guardaré silencio si la pregunta no está referida a mi asignatura. Me taparé los oídos, me arrancaré los ojos, me cortaré las orejas, iré con un abogado las 24 horas.
Enseñamos la hipocresía como asignatura fundamental, preparamos a los alumnos para un mundo que no existe, los apartamos de la realidad para que no sufran. Hay que crear una burbuja. A la vuelta de la esquina se enfrentarán a lo cotidiano sin saber que lo cotidiano nada tiene que ver con lo que les contamos.
Los extremos se tocan y lo absurdo comienza a adueñarse de las aulas.
Yo también tengo derechos:
Tengo derecho a no decir mi nombre, tengo derecho a no contestar, tengo derecho a no dar explicaciones, tengo derecho a ir con el rostro tapado con cofia, tengo derecho a que nadie sepa ni teléfono, tengo derecho a que nadie me obligue a tener correo electrónico, tengo derecho a denunciar a quien haga cualquier comentario que no me guste, tengo derecho a que no sepan si soy hombre, mujer o de sexo fluido, tengo derecho a que el Centro no conozca mi Documento Nacional de Identidad, tengo derecho a no contestar llamadas fuera de mi horario.
Cerremos puertas, cerremos ventanas, vivamos en una caverna para que nadie sepa de nosotros.
No voy a preguntar más si alguien ha oído el CAÑONAZO de las 12 porque no quiero que me manden a la cárcel y me condenen a la silla eléctrica.