Un alumno de 4° de Primaria del
colegio público Ortega y Gasset de Ceuta se llevó este lunes un susto tras atragantarse con un trozo de bolígrafo, situación por la cual desde el centro llamaron al 112, que acudió finalmente sin tener que intervenir. Al instante de presentar unos síntomas parecidos a los de un atragantamiento, se llamó al enfermero que desde este mes trabaja en el centro proveniente del
Plan de Empleo de la Delegación del Gobierno.
“Fue un susto. Cuando llegó, ya no tuvo ni que actuar”, explica el director del centro, Francisco Pino. Pero este hecho muestra la importancia de la figura de los sanitarios en los centros públicos. En concreto, la comunidad educativa del Ortega y Gasset se compone de 845 alumnos censados.
“No es el caso, pero tenemos niños que presentan diversas afecciones, por lo que esa extensa población provoca una masificación de los recreos y nos causa más probabilidad de que se produzcan accidentes o incidentes en los recreos. No estamos preparados los profesores, y ni siquiera entra dentro de nuestras funciones”, detalla el director.
Con una de las mayores tasas de escolarización de Ceuta, el responsable del colegio reprocha que este profesional llegado como parte de los Planes de Empleo debería ir en base a la cantidad de alumnos.
Incide en que no busca “que se quite a nadie” de otro colegio para dárselo al centro, si no que desde la Administración se debería buscar la “igualdad” en el reparto de personal en función del colegio.
“Sí precisaría de contar con más personal. Y entre ellos, la figura del enfermero”. Eso se suma, además, a que han estado los primeros cuatro meses sin contar con un sanitario en sus instalaciones.
“No es normal que se incorpore un enfermero el 8 de enero. ¿Durante el resto del curso no se precisaban estos cuidados? Esperemos que los próximos años, Delegación de Gobierno, y en este caso la Dirección Provincial de Educación, agilicen estos trámites. Si no puede ser para septiembre, que sea al menos para principios de octubre”.
El enfermero del Ortega y Gasset finaliza su contrato el próximo 30 de junio. Entre sus funciones está la de que su jornada laboral se corresponda con las horas lectivas y realiza la totalidad de su trabajo dentro del centro. Aunque casos como el que este lunes sucedió no son habituales, el trabajo rutinario de este profesional le lleva a realizar el control de azúcar en niños con diabetes, además de la formación al profesorado y las charlas a alumnos (como técnicas de auxilio y Reanimación cardiopulmonar o RCP).
La reivindicación de convertir en permanente la figura de estos sanitarios, según Pino, se lleva haciendo “desde hace años” y destaca que ahora, con una aparente mayor tasa de escolares con afecciones a su salud como pueda ser la diabetes, “se precisa más” que esté presente. Pino destaca además la labor de la AMPA del centro, de la que asegura que tiene “como premisa todos los años” luchar por tener un sanitario.