La mujer cayó por unas escaleras y se produjo una fractura. Denunció al propietario alegando que éste la había tirado.
La magistrada del juzgado de lo Penal número uno tuvo que suspender ayer la vista contra un hombre acusado de causar lesiones a una okupa que se había instalado en una vivienda suya. Por su parte, ella también será juzgada por meterse en la casa. Ambos se enfrentan a penas de dos años de prisión. El hombre se sentará en el banquillo por la supuesta comisión de un delito de lesiones y además deberá afrontar el pago de una multa de 600 euros por una supuesta falta de lesiones; la mujer lo hará por un delito de usurpación. En el día de ayer faltaba un informe médico forense para determinar las heridas que sufrió la mujer y también un listado de llamadas realizadas, ambas pruebas fundamentales para el desarrollo del juicio que se habían solicitado a tiempo.
Los hechos por los que los dos deberán enfrentarse a la justicia ocurrieron el día 1 de mayo de este mismo año en la zona de Cría Caballar. Según las denuncias presentadas, el hombre tenía allí una vivienda en la que se metió una mujer de okupa. El acusado acudió un día a la casa y se percató de que la acusada se había instalado en su vivienda. Entonces trató de echarla para poder recuperar la casa. El problema es que en el transcurso del desalojo la mujer terminó cayendo por unas escaleras, fracturándose una pierna y sufriendo múltiples heridas de diferente consideración. La versión de la mujer es que ella estaba recogiendo voluntariamente sus cosas para marcharse y el propietario de la vivienda se alteró y la tiró por las escaleras después de haberla tratado de malos modos. Por eso le ha denunciado.
Por su parte, la Policía asegura haber visto caer a la mujer por las escaleras, sin llegar a determinar en un primer momento si cayó por accidente o empujada por el dueño de su casa. Lo que sí precisaron los agentes en las diligencias policiales es que la vivienda en cuestión no parecía ser la residencia de nadie porque no había muebles, ni elementos típicos de una casa, y además desprendía un fuerte olor a humedad. Esta visión contrasta con lo manifestado en su día por el hombre, quien dijo que era una casa en la que vivía.
El juicio se celebrará una vez que pase la temporada estival.