La desesperación de los inmigrantes por escapar de Ceuta para llegar a la Península choca a menudo con casualidades como la ocurrida en la tarde de este jueves en las inmediaciones de
Benítez. Allí, en sus aguas, estaba fondeado un velero con tripulación francesa. Habían optado por recalar en Ceuta sin tener que 'fichar' en el puerto deportivo. Dos de los tripulantes hicieron uso de una pequeña embarcación de las de tipo salvavidas para cruzar desde el velero a la playa, al objeto de desembarcar y hacer unas compras. Un detalle que no se les pasó por alto a dos
inmigrantes marroquíes, ambos menores de edad, quienes al ver la embarcación en el arenal no dudaron en intentar emplearla para llegar al velero y colarse en su interior. Quizá pensaron que podía ser una forma exitosa de alejarse de la ciudad y emprender rumbo hacia la otra punta, pero se equivocaron de lleno.
Los franceses que permanecían en el interior del velero se sorprendieron al ver que quienes llegaban en la pequeña balsa no eran sus compatriotas, sino dos menores. Los dos jóvenes, a su vez, regresaron de inmediato remando a la playa tras darse cuenta de que en el barco había gente y que su plan no era viable. De inmediato se alertó a las patrullas de la
Guardia Civil que acudieron hasta la zona al objeto de comprobar qué estaba ocurriendo. Dos patrullas terrestres llegaron hasta el arenal, aunque cuando llegaron los agentes los dos menores ya habían salido corriendo al darse cuenta de su plan fallido. Mientras el Servicio Marítimo acudía a la zona para recabar datos aportados por la tripulación francesa. Terminaba así uno de esos episodios surrealistas pero que en el fondo no hacen sino evidenciar que quienes quieren marchar a toda costa de Ceuta son capaces de buscar cualquier vía y de aprovechar el momento oportuno para conseguir su objetivo. Esta vez no lo consiguieron para pesar de ellos y sorpresa de los franceses que pudieron seguir en la zona sin más incidencias.