Capaces’, o como ya se hacen llamar ‘Supercapaces’, ha llevado al instituto Almina a lo más alto en el campo de los derechos humanos. El proyecto que acaba de cumplir un año de vida ha sido reconocido con una mención especial por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Fundación SM y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), por su labor en la erradicación de la discriminación a otros grupos culturales, minoritarios o con discapacidad. Una noticia que el grupo recibía el domingo entre asombro y escepticismo. “Fue toda una sorpresa, no dábamos crédito. Nunca llegamos a imaginar que fuese a alcanzar tal grado de repercusión”, declara el docente Enrique Fontalba, miembro del proyecto.
La excitación invadía el pasado domingo al numeroso grupo de alumnos y docentes implicados en ‘Capaces’. “Nos pusimos muy nerviosos”, reconoce la coordinadora del proyecto, Verónica Rivera. Y aunque con los ánimos más calmados y “algo más conscientes” de lo que se les venía encima ayer era imposible que ninguno desdibujara la enrome sonrisa de sus caras. Las “enhorabuenas” y los abrazos llovían a doquier en el centro, la comunidad educativa al completo felicitaba a este grupo que ha elevado el nombre del centro y el de la ciudad a lo más prominente del panorama nacional e internacional en educación y derechos humanos.
“Además de la satisfacción que supone recibir un reconocimiento de esta envergadura, que para nosotros ya es un premio, nuestra felicidad radica en que Ceuta al fin aparecerá en los medios de comunicación con una imagen positiva”, manifiesta Rivera. “El hecho de que nacionalmente haya sido elegido va a ser un escaparate buenísimo para la ciudad”, expresa.
La semilla de ‘Capaces’ se depositó a finales del curso 2015-2016 con el objetivo de transformar la realidad derribando barreras y eliminando prejuicios y estereotipos negativos. “Uno de los hechos por los que nos sentimos más satisfechos reside en la naturaleza del proyecto, que es extensible a toda la sociedad. Es una actividad para inmigrantes, discapacitados, alumnado del ‘Almina’, ciudadanos de Ceuta... en definitiva, es un proyecto con el que se puede ver beneficiada la ciudadanía en general, y eso es lo que más motiva”, comenta Rivera.
Los alumnos de FP de Restauración con el conocido ‘Café con signos’ fueron los pioneros, ellos encabezaron un discreto trabajo que ha alcanzado cotas inimaginables. “Por la parte que me concierne como miembro y docente, lo más importante del proyecto ha sido abrirnos los ojos para mostrar que podemos hacer muchas más cosas que no nos planteamos como profesores. Y al estar involucrada en esta actividad me he percatado que en el campo al que pertenezco, que es hostelería, tenemos que esforzarnos en hacerlo más accesible. El vivirlo y ver la respuesta ha sido muy bonito”, expresa Catalina Castillo, docente y miembro de ‘Capaces’. Por su parte, uno de los alumnos del grado de Restauración, Álvaro Ruiz, comenta una de las anécdotas que vivió trabajando enel proyecto durante el pasado curso. “Recuerdo durante un desayuno a una chica sorda que llegó a pedir hasta seis veces, cuando le preguntamos por qué nos dijo que no daba crédito a estar en un lugar donde la comprendiesen, donde pudiera comunicarse, decía que era tal la emoción que sentía que deseaba volver una y otra vez”.
Pero ‘Capaces’ evolucionó y se extendió más allá de las fronteras del centro educativo. Su primer frente se asentó en el CETI y el Centro de ‘La Esperanza’ con ‘Español en inmigración’. Fatiha Ahmed fue una de las alumnas que se involucró en los talleres de enseñanza de español a inmigrantes. Explica que ha sido la experiencia más bonita que ha vivido y que sigue asistiendo al centro a título personal. “Si he de destacar algo es la conexión que se establece, el poder conocerlos, saber cuál es su historia, son hechos que ayudan a romper estereotipos y por los que recomiendo la experiencia a todo el mundo”, revela.
Al final el proyecto se ha expandido por toda la ciudad con los trabajos ‘Ceuta, ciudad amigable’, cuya intención es la erradicación de barreras para las personas con discapacidad, y ‘Ocio accesible’ que se ha trabajado con Menores No Acompañados. “Soy profesor de inmersión lingüística e imparto materia a Menores No Acompañados y este trabajo fue una vía para engancharlos e introducirlos en el proyecto”, explica Fontalba. “El trabajo ha consistido en la elaboración de una serie de paneles de comunicación para los que se requiere introducir unos pictogramas, ellos junto con otros alumnos han sido los encargados de elaborar estos tableros, que posteriormente hemos depositado en establecimientos de ocio de la ciudad”.
El próximo martes día 24 dos miembros del proyecto, Verónica Rivera y Fatiha Ahmed, asistirán a la ceremonia que se celebrará en Madrid en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanose durante la que se les hará entrega de la citada mención. Un reconocimiento que supone todo un aliciente para continuar, porque ‘Capaces’ no ha hecho más que empezar.
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