La tranquilidad parece que no va a encontrar cabida en la Jefatura Superior. Al menos de momento. Al nuevo mando, Alfonso Sánchez, le crecen los enanos y los sindicatos mayoritarios en bloque le están sacando los colores por las deficiencias y falta de medios que se han convertido en insoportables para derivar en unos resultados policiales eficaces. En esta ‘guerra’ se ha terminado por posicionar el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, que no ha dudado en arropar al jefe superior, motivo que ha llevado a que los sindicatos SUP, UFP y CEP le recuerden que antes de defender a capa y espada al mando debería conocer cuáles son las reivindicaciones de unos sindicalistas que representan los intereses de la práctica totalidad de la plantilla.
El secretario provincial del SUP, Jesús González Miaja, a quien González tildó de “irresponsable” por sus manifestaciones sobre el hecho de que el nuevo jefe superior tenga ya dos muertos sobre la mesa sin esclarecer, ha manifestado a El Faro que sus valoraciones son el reflejo del sentir de los tres sindicatos críticos “a pesar de que él lo haya personalizado en mí”, apunta. Las valoraciones del delegado indicando que quien tiene los dos muertos encima de la mesa no es el jefe superior sino toda la Policía, no han sentado nada bien en el Cuerpo. Algo de lo que da fe González Miaja, quien no acierta a entender esta acérrima defensa ante la lluvia de problemas que, de forma abierta, denuncian los tres sindicatos mayoritarios.
“El delegado lo que tiene que saber es que el máximo responsable en materia de seguridad de lo que está pasando es el jefe superior. O es que va a ser jefe solo para cobrar, para tener casa y coche gratis...Se es jefe para todo”, denuncia. “Está claro que la Policía es la que tiene que solucionar los problemas, como está claro que nosotros reclamamos medios y material para poder solucionarlos. No pedimos otra cosa. Si no se traen los medios, ni el personal para poder luchar contra la inseguridad, la responsabilidad es del jefe superior”, añade, algo que extiende al responsable político de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el propio delegado del Gobierno, por no presionar por sus cauces.
“A los políticos cuando se les dice la verdad se ofenden porque no están acostumbrados a que se les diga las cosas claritas y nosotros es lo que estamos haciendo, decírselo bien claro”, apostilla el líder del SUP, en representación del bloque crítico conformado por los tres sindicatos mayoritarios en el Cuerpo, representativos del 90% de la plantilla. “Que no diga que nuestra reclamación es la impresión o la queja de los sindicalistas, porque es la de todos los policías”, añade.
“Llevamos mucho tiempo reclamando medios para poder luchar contra esta problemática y no se ha hecho nada. La responsabilidad de que esto sea así es del jefe superior y del delegado del Gobierno”, recuerda.
Mal ha sentado en la Policía el hecho de que González dijera que antes de pedir derechos hay que cumplir con las obligaciones, advirtiendo que si éstas no se cumplen, entonces no puede haber derechos. “Eso es faltarnos al respeto a todos los funcionarios del CNP, cosa que no estamos dispuestos a admitirle ni a él ni a nadie. Parece mentira que haya que decirle a todo un delegado del Gobierno que los derechos nos los tiene otorgados la Constitución. Él no tiene ni capacidad jurídica ni moral para retirárnoslo, pero no ya a los policías sino a todos los ciudadanos. Esto no es un reino feudal”, apunta.
Y es que eso del ‘no cumplir’ ha sentado como una bomba de relojería en el seno del CNP. Antes de saltar a la prensa con esta hilera de críticas, los sindicatos han denunciado lo que estaba pasando en el Cuerpo por diversos cauces: reuniones internas, escritos, peticiones... “Llega un punto en que esto es inviable. Los que damos la cara con los ciudadanos en la calle somos los policías. Cuando hay un tiroteo a quienes nos ponen la cara colorada es a nosotros, a los que nos ven por la calle trabajando. Tenemos que estar explicándoles que no tenemos ni medios ni material para poder luchar contra esto, que lo hemos pedido por activa y por pasiva, de todas las formas posibles y siempre con el mismo resultado: no hay dinero, no hay personal”, denuncia.
Esta semana, precisamente, SUP, UFP y CEP denunciaban que a pesar de esas restricciones, el jefe superior sí había traído a su propio chófer. Los sindicatos tienen claro quién no está cumpliendo con sus obligaciones: “Es el propio delegado del Gobierno”, señala, al no actuar “ante un problema de estas características que es reclamado por los sindicatos porque representamos a los policías, que son los que vienen a la sede a protestar y poner en conocimiento numerosas irregularidades que se están cometiendo, habiendo incluso una denuncia por presunto acoso laboral”, recuerda. “No entendemos cómo el delegado sale a defender al jefe sin conocer nuestras reivindicaciones. Él sí que no está cumpliendo con sus obligaciones, nosotros sí, sin tener ni medios ni personal. Si no hay mejores resultados es por la incompetencia de quienes tienen que dotar al Cuerpo”, añade.
“Jamás hemos dicho que no se cumpla la norma” El delegado deslizó en sus manifestaciones, a modo de ejemplo, la polémica suscitada con el IRPF, algo que no ha gustado a los sindicatos por cuanto parece que ellos están defendiendo una ilegalidad. “Nosotros escuchamos y reclamamos ante los servicios centrales una aclaración sobre la interpretación de la norma que no se ajusta a derecho. Nunca hemos dicho que no se cumpla la ley, pero sí que se aplique correctamente”, sentencia. “Esto no tiene nada que ver con lo que estamos ahora denunciando. Jamás hemos dicho que no se cumpla la normativa en materia tributaria”, añade, recordando el encuentro cordial que, de hecho, se mantuvo con el delegado de Hacienda, Juan Bravo, que “sí ha demostrado ser un delegado a la altura de las circunstancias al reunirse con nosotros”.