Cuatro inmigrantes subsaharianos han logrado sortear la
valla que separa Ceuta de
Marruecos en una jornada de intensas lluvias, de alerta roja y de mucho frío. El grupo pudo cruzar el perímetro, ahora coronado en su totalidad por peines invertidos, al igual que tan solo 24 horas antes lo había conseguido una pareja, también de origen subsahariano. El acceso fue por dos puntos distintos, tal y como ha podido confirmar El Faro de Ceuta. El goteo en las entradas de las personas procedentes de países del África subsahariana se está produciendo por el vallado que sigue en obras para elevar su altura a los 10 metros. Las estructuras que permitirán alcanzarla formadas a base de tubos cilíndricos y placas de chapa se han colocado solo en algunas partes de los algo más de 8 kilómetros de línea perimetral. El plan Marlaska prevé convertir esa valla en un muro infranqueable dejando a Marruecos que siga construyendo sus vallados con
concertinas y asentamientos militares. Un muro infranqueable de cara a la galería, porque a pie de terreno se demuestra que el proyecto en sí hace aguas por todas partes y parece más encuadrado en la típica política de maquillaje por la que ha apostado el Ministerio de Interior.
Los cuatro jóvenes fueron interceptados por la Guardia Civil en distintas horas tras saltar la doble valla y haber superado previamente la de Marruecos, siendo atendidos por el ERIE de Cruz Roja e identificados por la Policía antes de su traslado a la nave del Tarajal para pasar la cuarentena obligada, en aplicación del protocolo en vigor para prevenir posibles contagios de coronavirus. Están vigentes las normas del Ministerio de Sanidad para todos los puntos receptores de inmigración en primera línea. En las últimas semanas
se han producido entradas constantes pero aisladas de inmigrantes, todos subsaharianos, que cruzan el vallado movidos por la desesperación de dejar atrás un Marruecos complicado. En este caso la situación ha sido más complicada debido a las condiciones meteorológicas, con alerta roja, lluvias constantes y fuertes que han provocado inundaciones además de mucho frío. No obstante los cuatro han conseguido cruzar y tendrán su entrada en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) del Jaral una vez hayan superado la cuarentena establecida. Allí permanece una quincena de subsaharianos que se adecua a las entradas producidas desde el pasado diciembre. Prácticamente a diario están produciéndose entradas a cuentagotas mientras continúa la obra de la valla.