Los dos subsaharianos residentes en Alemania por los que se reabre la causa de las muertes del 6F

Ludovic Nembou nació hace 19 años en Duala, ciudad situada al suroeste de Camerún. 325 kilómetros al este, diez años antes y en Ngoro, ciudad céntrica del país, lo hizo Liliane Aicha. Ambos recorrieron más de 7.000 kilómetros para llegar primero a Ceuta y después a Alemania, donde residen. Allí, tras cumplir el sueño de tantos, tomaron contacto con un abogado para pedir dar su versión de la tragedia que aseguran haber vivido. Ellos son la clave del auto con el que la Audiencia Provincial de Cádiz pide que se retome la investigación de aquellos sucesos por los que fallecieron 15 inmigrantes en territorio marroquí al intentar bordear el espigón del Tarajal.

Los subsaharianos fueron propuestos para testificar por la Asociación Observatori de Drets Humans. La jueza instructora aceptó la solicitud y procedió, el 8 de mayo de 2017, a cumplimentar las comisiones rogatorias necesarias para proveer el requerimiento de auxilio internacional. Por ello, se solicitó a la ONG, en el plazo disponible de diez días, los datos de filiación de los dos testigos propuestos para poder realizar la videoconferencia con las autoridades alemanes. Los datos de identidad fueron facilitados, así como el lugar donde podrían ser citados.

Además, el juzgado solicitó a la Guardia Civil que investigara si ambos testigos habían pasado por territorio español aquel 6 de febrero o posteriormente. La Benemérita respondió en apenas tres días: Ludovic Nembou y Liliane Aicha llegaron a España en patera, en agosto y octubre de 2014, meses más tarde del 6F; las imágenes facilitadas de ambos en España y Alemania confirmaban que se trataba de las mismas personas. La Guardia Civil constató que Ludovic se encontraba en Alemania, aunque no pudo confirmar la presencia de Liliane.

"No podrían trasladarse a España"

En el auto por el que se archivaba la causa el pasado mes de enero, se alegó a que no era posible que estas personas testificaran en la causa, ya que no se encontraban residiendo legalmente en Alemania. Además, añadió que la Asociación Observatorio de Drets Humans (DESC) no reconoció la entrada ilegal ni el paso por España de estos inmigrantes, algo que sí hizo la Benemérita. Por ello, según el juzgado número 6, no era posible el traslado a España para poder practicar la prueba con el cadáver de preconstituida ni para comparecer al acto del juicio oral.

El descarte de esta opción testifical es la clave por la que se ha reabierto la causa. Según el auto, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro, se descartó que estos dos subsaharianos testificaran "sin haberse realizado el más mínimo intento de oír a los testigos propuestos y admitidos". La Audiencia Provincial expresa su malestar con la jueza instructora Macarena García, ya que "supone" que no podían trasladarse a España para practicar la prueba, una argumentación que "no puede admitirse respecto de una prueba propuesta y aceptada en tiempo hábil, por lo que no afectaría a su práctica el transcurso del plazo de instrucción". Además, desacredita aún más esta acreditación recordando que "se acordó que la misma se practicaría mediante auxilio judicial internacional y por videoconferencia, modificándose el criterio sin explicación plausible alguna, lo que atenta claramente contra el principio de invariabilidad de las resoluciones judiciales".

De esta forma, el auto deja sin efecto esta decisión y solicita que se pratique la prueba testifical de Ludovic y Liliane o, al menos "se intente su práctica con los medios técnicos y legales de los que actualmente se dispone". Además, da la razón a la ONG en que no es necesario, en este momento procesal, "entrar a conocer el reconocimiento, ni siquiera de análisis" de indicio alguno de criminalidad respecto a los investigados", en referencia a su posible entrada ilegal a España y Alemania.