Las fuerzas marroquíes interceptaron en la noche de ayer, en la zona próxima a la Cabililla, a unos subsaharianos que quisieron aprovechar el horario de la ruptura del ayuno para saltar la valla. Su acercamiento al perímetro alertó a los marroquíes y a los agentes del Instituto Armado, aunque no se llegó a producir el salto porque se abortó de inmediato.
Se intuyó que en ese momento sería menor la vigilancia con motivo del Ramadán, llevándose a cabo una aproximación que resultó infructuosa. Las inmediaciones del espacio fronterizo con Benzú se han convertido en un auténtico fortín, imposible de ser superado. Los últimos intentos de salto han sido todos abortados por los agentes apostados, a pie de vallado y en los montes próximos.
La entrada se frenó a los pocos minutos. Los últimos inmigrantes que han conseguido cruzar a Ceuta lo han hecho ocultos en vehículos, que son abandonados por sus conductores en zonas del extrarradio de la ciudad.