Las solicitantes aseguran que aún están en situación de desamparo y que necesitan este apoyo para afrontar el alquiler
Agotado el plazo límite de la ayuda al alquiler prestada por Servicios Sociales, un grupo de mujeres afectadas solicita una prórroga de este apoyo alegando una situación de desamparo. La actual ley, modificada hace cinco años, limita este pago máximo de 400 euros a 60 mensualidades, plazo que estas familias ya han agotado, pero continúan sin una situación económica favorable como para poder solventar el pago de su alquiler de manera propia. Una de las solicitantes explicó que lleva diez años en el programa de ayudas al alquiler, asegurando que con sus ingresos, de apenas 320 euros, no puede afrontar el alquiler de 550 euros que paga por su actual domicilio. Entiende que la ley ponga un plazo, pero solicita una prórroga u otro tipo de prestación para no quedar desamparados. “Nosotros sabemos que la ley no se puede modificar, lo que pasa es que nosotros como hemos recurrido a Asuntos Sociales que no nos dejen desamparados, porque si ellos sabían que esto iba a pasar, hubiéramos tenido opción a una vivienda”, puntualizaba una de las cinco solicitantes que ayer se personaron en el ayuntamiento para presentar esta solicitud. Por parte de la Ciudad explican que, ciertamente, la ley tiene un plazo fijado, ya que se trata de una prestación transitoria para personas en situación de desamparo. En el caso de este grupo de mujeres, especifican que son beneficiarias, en algunas situaciones, de más de 10 años, pues la ley anterior no fijaba plazo y cuando se modificó empezó a contarles desde cero , ampliando la ayuda a cinco años más. Asimismo, desde noviembre de 2017, se conformó una mesa de trabajo en Servicios Sociales para revisar dicha ley y volver a una ayuda de carácter indefinido, pero aclaran que, hasta el momento, la ley actual contempla sólo una prestación hasta 60 meses. No obstante, desde la Ciudad aseguran que las mujeres no quedarán en desamparo, pues también son beneficiarias de otras ayudas para poder solventar sus gastos de la vida cotidiana, como son los apoyos al pago de facturas, servicios básicos o de alimentación.