De la soledad del Partido Popular

El 10 de mayo del presente nos publicaba el diario «El Faro de Ceuta» -periódico del que somos colaborador desde hace más de 10 años- el artículo: «La falta de realidad y sentido del partido Popular», en el que  analizamos en profundidad la falta de visión de la realidad política del país.

Y, es claro, que el partido Popular no acaba de entender -porque cierra los ojos a la realidad- que sin Cataluña y el País Vasco es a todas luces imposible gobernar España.

El partido Popular se ciñe exclusivamente a Vox como socio de gobierno para dirigir la política de nuestro país. Sin  embargo la suma de estos dos partidos no alcanza la cifra de 176 diputados necesarios para alcanzar el Gobierno de la nación.

Por el contrario, el partido Socialista más Sumar y los partidos nacionalista periféricos, es claro, que sí alcanzan los diputados necesarios para tener mayoría en el Congreso.

No cabe duda que la política exclusivista en contra de los nacionalismos Catalán y Vasco llevado hasta el hartazgo por Vox y asumido de manera pueril y falto de visión política por los de Génova, conlleva una vez no conseguida la mayoría en el Parlamento de la carrera de san Jerónimo, a un callejón sin salida para el partido que ha conseguido más escaños. Porque es evidente que en un sistema parlamentario como el nuestro, no sólo es suficiente con ser el partido más votado; sino que es necesario conseguir una mayoría pactada con los demás partidos políticos para que se pueda alcanzar la mayoría necesaria para gobernar.

La formación conservadora tendrá necesariamente que hacer un análisis en profundidad de la línea política que ha llevado en estas últimas legislaturas; porque después de la caída del Gobierno de Rajoy por una moción de censura interpuesta por Sánchez, no ha levantado cabeza ni se espera que se levante por el  despropósito continuado de su rumbo político que de manera inexorable -si nadie lo remedia- la nave ira contra las piedras del arrecife  de ser el partido más votado en las Elecciones Generales, pero a todas luces y como se ha podido comprobar el 23 de julio pasado, insuficiente para tener una mayoría en el Congreso.

"La formación conservadora tendrá necesariamente que hacer un análisis en profundidad de la línea política que ha llevado"

Y, es claro, que mientras no se arme de valor y deje a un lado definitivamente a la ultra derecha que representa Vox, no podrá acercarse al Gobierno de la Nación. Porque ir acompañado de Vox, significa automáticamente estar enfrentados a todos los partidos nacionalistas e independentistas de nuestro país. Y, es claro, que Cataluña y el País Vasco, son autonomías que conforman la integridad territorial de España. Y, que sin contar con ellos -lo volvemos a indicar- es imposible la gobernabilidad de este país llamado España.

Pensaron los populares, que con ganar las Elecciones Municipales, se habría una ancha autopista hacia el Gobierno de la nación. Pero no se dieron cuenta -torpeza mayúscula- que su compañero de viaje -el partido ultra conservador, Vox- estaba abriendo en canal  al país allá donde gobernaban con el partido Popular, pongamos en Valencia y Extremadura, que en especial en esta última donde dijo, digo, ahora, dice Diego».

Como decimos en el anterior  artículo, a saber: «La Falta de realidad y sentido del Partido Popular«, hace que no sólo le impida gobernar en  ésta legislatura en ciernes; sino que lo aboca a que también se le cierren las puertas para las próximas. De tal forma, que mientras no cambie su rumbo y su hoja de ruta con respeto a Cataluña y el País Vasco, y se desligue de las retrógradas  y marginales fuentes de Vox; no tendrá ninguna opción de volver a gobernar los destinos de España…

Derivado del artículo 99 de la constitución de 1978*, el Rey ha designado a Feijoo como cabeza de lista más votada a que forme Gobierno;  a pesar de que a priori no reúne el conceso suficiente entre el arco parlamentario del Congreso para alcanzar la mayoría que le permita formar Gobierno. También podía haber designado a Sánchez para la formación de Gobierno, pues parece dado lo ocurrido en la formación de la «Mesa del Congreso»- donde el partido Socialista se ha hecho con la presidencia- que tuviera más posibilidades de hacerse con la mayoría suficiente para gobernar.

El partido Popular ha quedado prisionero de la irresponsabilidad de sus propias acciones de tierra quemada y voladura de cualquier puente que posibilitara un diálogo con los partidos independentistas del País Vasco y Cataluña. Ahora, tras esa nefasta política de aislarse de la realidad, se halla en la más absoluta soledad y la imposibilidad de hacerse con una mayoría que le permita formar gobierno.

«El que siembra viento recoge tempestades», dice el dicho popular. Y, ha sido tanto el desprecio y la soberbia ejercida contra vascos y catalanes, que ahora ya no puede enmendar la plana aduciendo que España se rompe si el partido Socialista logra la mayoría en el Congreso.

Sólo el desprecio y la intransigencia del partido popular cuando se hallaba en el Gobierno propicio la mayor crisis política con Cataluña, que sólo el buen hacer y el dialogo propiciado por el Gobierno del PSOE ha dado lugar a que las aguas vuelvan a su cauce; de tal modo, que en las últimas elecciones generales del 23 de julio el partido Socialista sacó 19 escaños superando a los partidos independentista catalanes.

Y, ha llegado a tal grado de desconcierto y falta de sentido común el partido Popular, que después de adjetivar al presidente del Gobierno de todos los calificativos que puedan darse en lengua castellana, a saber: desde traidor, corrupto y vender España a los independentista; hoy se descuelga Feijoo, después de entrevistarse con Sánchez, que iniciará una ronda con todos los partido políticos, incluido el partido del que es presidente un huido de la justicia española… ¡Ver para creer! Ahí es na…

Por tanto, aprendan la lección, y cambien de una vez por todas su errática política decimonónica que espanta a la ciudadanía moderada del país, y baraje con normalidad la construcción de puentes y entendimiento con los partidos nacionalista de Cataluña y del  País Vasco; o, de lo contrario, no tendrá ninguna opción a gobernarnos de nuevo desde el palacio de la carrera de San Jerónimo…

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(*) La Constitución española de 1978.

Título IV. Del Gobierno y de la Administración

Artículo 99

1)Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.

2)El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.

1. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.

b.Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores.

c.Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso.