Opinión

Sofonisba y Lavinia

Tales son los nombres de dos artistas excepcionales y usted seguramente, como yo, creíamos que del siglo XVI era imposible ver una obra de categoría realizada por una mujer, pues aquí le presento no a una sino a dos, y qué pena que se haya perdido la exposición habida en el Museo el Prado . La una más dedicada al retrato y la otra experta en la pintura del cuerpo femenino y masculino en toda su hermosura. A diferencia de los griegos que decían que el cuerpo masculino era más bello que el femenino, yo que nunca estuve de acuerdo, insisto en mi opinión después de ver el maravilloso cuerpo femenino pintado por Lavinia en su “Minerva desnuda” o en su “Marte y Venus”. Estas dos maravillosas artistas no , no son españolas, por lo tanto las agrestes hordas feministas, por favor échense a un lado. En Italia se goza del Arte, venga de donde venga y no se discrimina ni se hace partido político por un quítame allá esos desnudos. Son italianas, aunque una, Sofonisba, gozó del amparo de la poderosa Corte española y fundamentalmente de la de la Reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II. Antes de esto, nació en Cremona en 1535 y tuvo una larga vida , muriendo en Palermo noventa años más tarde, por lo que le dio tiempo de proyectar toda su gran obra. Sin embargo yo nunca había oído hablar de Sofonisba Anguissola ni de Lavinia Fontana. Y es que este es el comienzo de mujeres rompedoras, a las que no les hace falta ninguna protección masculina, aunque sí dinero, como ocurría con todos los artistas. Italia por esa época del siglo XVI con sus ciudades –estado dominadas por las grandes familias filantrópicas patrocinadoras de los grandes artistas hoy conocidos ya se preocupaba de dignificar y educar a la mujer más allá de los conventos y las cocinas, pues en los conventos residía desde la Edad Media la formación cultural de la sociedad entera y el fogón era el destino de la mujer sin otro recurso que el de ser mujer. Sin embargo, existía una pléyade de mujeres, esposas , hijas y familiares de grandes artistas que trabajaban en sus talleres y complementaban a veces las obras de los maestros. Pero ese camino siempre fue difícil para la mujer, ya que algunos coleccionistas rechazaban obras de mujeres, en opinión de la encargada de la exposición antes citada“ se les pedía ser rigurosas con el concepto de virtud, como asumir el concepto de mujer apropiada, discreta, buena compañera del cortesano”

Amilcare Anguissola de familia acomodada y padre seis hijas impulsó la formación artística de todas ellas como parte de la educación humanística que consideraba adecuada, de entre ellas pronto destacó Sofonisba , sobre todo como retratista, lo que debido a la influencia de su padre y sus relaciones cortesanas, consiguió el puesto de profesora de pintura de la reina española, y con dieciséis años llegó a España, siendo sobresaliente su labor dejó una huella de verdadero mito, siendo una de las mujeres más admiradas de su tiempo. Entre sus retratos inolvidables, algunos sin firma porque al ser dama de la reina no quería tener notoriedad alguna, destaca el del Rey Felipe II pintura datada en 1573 el año de su vuelta a Italia por la muerte de su padre y exhibido en el Museo del Prado. Se dedicó entonces a obras religiosas de pequeño formato . En opinión de algunos críticos de arte , ese periodo en la Corte española fue el más relevante en su vida pictórica aun cuando la limitó en la extensión de su obra. A su regreso a Italia se dedicó a pintar temas religiosos de pequeño formato, donde algunos dicen que está lo verdaderamente difícil de la pintura, y su huella como mito prevaleció. El Museo del Prado exhibe 1501 obras de las que solamente nueve han sido realizadas por mujeres y de ellas tres son de Sofonisba. Nunca le pagaron por sus obras, fue gratificada con joyas y vestidos.

La vida de la boloñesa Lavinia Fontana mucho más corta que la de Sofonisba, al vivir solo 61 años pero con una trayectoria artística muy similar y a pesar de no haberse conocido , se formó en el taller de su padre, Próspero Fontana, que era un pintor de gran prestigio en Bolonia, ciudad que gozaba de un gran nivel artístico, cultural y social impulsado también por las mujeres al amparo del prestigio de Sofonisba Anguissola. Después de muchas dudas, ya que sería la primera mujer en dedicarse profesionalmente a esos menesteres, Lavinia se decidió a abrir un taller propio. Su fama pronto se extendió desde su Bolonia natal hasta Florencia y Roma ciudad a la que se trasladó hasta su muerte en 1614.

La obra de Lavinia, en mi opinión es más rica por lo variada que la de Sofonisba, pues no solo pintó autorretratos y retratos como el famoso de Constanza Alidosi , hoy guardado en Washington en el NMWA (National Museum of Women in the Arts, museo dedicado a las mujeres artistas), también realizó pinturas religiosas para las iglesias y oratorios privados de los nobles, así como pinturas de escenas mitológicas en las que el desnudo era el verdadero protagonista y ella la verdadera maestra. Así sus pinturas “Marte y Venus” y “Minerva desnuda” de Lavinia, son obras extraordinarias y desgraciadamente largo tiempo desconocidas. Además rompe con uno de los tabúes apuntados a las mujeres artistas que se dedicaban a la pintura como es el de representar el desnudo. Lavinia es la primera mujer que pinta desnudos y lo hace magistralmente tanto el masculino como el femenino. En “Marte y Venus”, (propiedad de la Casa de Alba) no solamente la composición y la maestría en la pintura sino lo que está significando con esa escena pícara donde Marte acaricia suavemente el culo de Venus. En su “Minerva al desnudo” , Minerva, diosa romana encarnación de la sabiduría y el conocimiento pero también de la guerra, el desnudo es grandioso y el velo que lo envuelve parcialmente , algo magistral. Todo esto realizado en el siglo XVI, con los medios y limitaciones a los que se enfrentaban los artistas en general y las mujeres en particular. Lavinia tuvo once hijos. Sus obras todas fueron firmadas y cobró por ellas.

Buceando en la Música para encontrar alguna dama del fuste de las pintoras italianas, he de reconocer que no la he encontrado perteneciente a esa época. Pero porque una pintora realiza su obra individualmente, un músico puede ser un buen compositor de clave o de laúd, de órgano o de piano, pero para alcanzar las obras sinfónicas, comparables a las de una gran pintura, hemos de alcanzar los finales del XVII y principios del XVIII. Así no se encuentran verdaderas sinfonías hasta llegar a Beethoven, Strauss o Brahms, porque cada uno de los instrumentos debe ir mejorando su técnica uno a uno, y la sinfonía es la audición de todos ellos interpretados magistralmente y dirigidos armoniosamente describiendo algo grandioso. Es decir es sonido producido por un conjunto de instrumentos , que aunque dirigidos por una sola mano han debido superar uno a uno un nivel técnico magistral, pero coaligados hacia un fin. Por eso hay que esperar más tiempo a obtener de otra de las bellas artes, la Música una perfección parecida a la de la pintura.

Hemos de remontarnos a la Francia del XVII para encontrar una verdadera artista compositora magistral de música para el clave. Es en la Corte del Rey francés Luis XIV donde encontramos a Elizabeth Jacquet de la Guerre, nacida en Saint Louis –en –l´ile en Paris en 1665 ,una joven prodigio parisina intérprete del clavecín e insigne compositora, hija de un organista masón, Claude Jacquet muy bien relacionado en la Corte. La niña a los 5 años ofreció al monarca un concierto de clave y aquél Borbón quedó tan impresionado que la adoptó unos años en la Corte bajo la severa mirada de Madame de Montespan, una de las amantes del Rey Sol con la que tuvo siete hijos y esposa de Louis Henri de Pardaillán. Elizabeth se casó en 1684 con Marin de la Guerre ( en Francia se adopta el apellido del marido) un organista con el que se trasladó a vivir a París. Después de una vida amorosa un tanto azarosa y trágica en la que en poco tiempo se divorció, perdió a sus padres y a su único hijo, se dedicó a investigar las nuevas formas de la sonatas y las cantatas italianas, su última gran obra fue “ Cantates françoises” ya en 1715. Su vida transcurrió entre la composición y sus clases magistrales, hasta su muerte en 1729.

Las mujeres no necesitan protección alguna de los hombres. Sus talentos son iguales, su fuerza física no. Todo lo que sea medible con el talento, unas veces será el varón el superior y otras la hembra. La medición física es absurda, la tiene el hombre, de la misma manera que el niño nace de la madre y siempre será así. Extraordinario el haber podido ver las pinturas de Sofonisba y Lavinia y escuchar las composiciones para clave de Elizabeth.

Quédense con las Artes, las Bellas y las bellas.

Entradas recientes

Sergio Guzmán, ganador de la 'IV Media Maratón BTT'

La IV Media Maratón BTT de Ceuta ha llegado a su fin este domingo por…

24/11/2024

Túnel España-Marruecos: 4 sismómetros de una empresa madrileña estudiarán la viabilidad

El Gobierno ha procedido al alquiler de cuatro sismómetros por más de 480.000 euros para…

24/11/2024

Taller de defensa personal para mujeres este lunes con motivo del 25N

La Facultad de Ciencias de la Salud en colaboración con la Unidad de Violencia de Género…

24/11/2024

El príncipe de Marruecos recibe al presidente de China en una visita extraoficial

El príncipe heredero de Marruecos, Mulay el Hasán, se ha reunido este pasado jueves en…

24/11/2024

Obimasa y la Escuela de Arte, de la mano por la educación ambiental

La entidad pública Obimasa, adscrita a la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos,…

24/11/2024

MDyC propone crear un grupo de trabajo para acabar con la exclusión social en las barriadas

El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) va a proponer en la próxima…

24/11/2024