Sobre las elecciones locales del 26 de mayo

Los paisanos han apostado por los partidos de tirada nacional, y han abandonado de manera manifiesta a los partidos locales como «Caballas y el MDyC», que tenían ciertas perspectiva si cabe de consolidarse e incluso aumentar su apoyo como en el caso de la formación de Fátima Hamed... Y, ante este abandono tan claro del electorado ceutí: ¿Cuál es la lectura que podemos hacer al respecto?

Repasemos los datos conseguidos en clave de concejales para darnos cuenta de manera rápida y concisa de los resultados en la urnas, a saber: La derecha formada por el Partido Popular y su compañero de viaje de índole de extrema derecha, han tenido entre los dos: 9 y 6 ediles, que suman 15 concejales; los otros, posicionados a la izquierda: 7, 2 y 1 respectivamente, que suman 10, con lo cual Ceuta seguirá gobernada por la derecha, durante otros 4 años más...

Y, si se quiere sacar una lectura provechosa para las próximas elecciones, que albergue alguna esperanza de romper esta continuidad conservadora que cambie la dinámica de años, es imprescindible que los dos partidos localistas: «MDyC y Caballas», se fundan en un nuevo partido, y luego de cara a las próximas elecciones se coaliguen con el PSOE y lleven una política común uniendo sus fuerzas... 

Pueden continuar igual que hasta ahora, a saber: divididos, porque los «egos» son muy fuertes y prefieren contarnos esto y aquello y lo de más allá; sin embargo, los electores los han dejado a los pies de los caballos, y sólo han quedado de manera testimonial; y, es claro que no acaban de comprender tanta división en un mismo y único espacio político...

Todo la política de izquierdas, como ha quedado reflejado en las urnas, pasa por el PSOE, y no hay más alternativa de referencia que el partido Socialista lidere y aglutine no sólo a la gente de izquierda; sino también a los que están cansados de los 20 años de Gobierno del PP, y desean un cambio con otras ideas y otras personas que dirijan la gobernabilidad de nuestra ciudad.

Para los líderes de los partidos localistas tiene que haber sido sumamente dura esta pérdida de credibilidad de sus acciones políticas; sin embargo, el pueblo de Ceuta ha dejado claro sus preferencias. Por tanto, lo más sensato, lo racional, lo que puede restarle votos en las próximas elecciones a la derecha, es aglutinarse en torno al PSOE en una coalición y candidatura de izquierdas y salir con ilusión y esperanza a ganar...

Desde mi posicionamiento de hombre de izquierdas que ama en profundidad a este entrañable rincón del Estrecho, les hago llegar el reto a los dirigentes tanto del MDyC y Caballas, para que superen sus egos, y pongan su sensatez y conocimiento en un alianza con el partido de izquierda que han votado mayoritariamente - PSOE- los ciudadanos de nuestra ciudad...

El resultado de las elecciones en nuestra ciudad para los partidos localistas ha sido un auténtico fracaso sin paliativos, sin nada que al parecer lo justifique y pueda interpretarse de otro modo; pues han quedado como fuerzas residuales o testimoniales.

Y, cabe preguntarse: ¿Por qué ha ocurrido este alejamiento tan manifiesto entre los electores que acudieron el día 26 de mayo a las urnas? Y, podemos intentar analizarlo de la manera más objetiva que nos dé nuestra intuición y el conocimiento de la situación.

Y, podemos principiar apuntando que tanto «Caballas» como el «MDyC» transitan en el mismo espacio electoral; un espacio determinado entre la población mayoritariamente musulmana, porque sus líderes naturales son musulmanes, y eso crea su impronta y unas características determinadas en una ciudad multireligiosa. Teniendo el mismo espacio electoral, fue un error grave que la disputa entre Ali y Fátima por cuestiones internas del partido Caballas, hiciera que ésta tomara la decisión de abandonar el grupo político y fundar el «MDyC»; pues no es una cuestión de «gustos», sino de conocer perfectamente las preferencias de los electores, y no dividir el voto, cuando éste, además, no es lo suficientemente abundante. Fue y sigue siendo un craso error, que de manera necesaria tiene que analizarse por los dirigentes de estas dos fuerza políticas -que han quedado como sendas formaciones testimoniales- para llevar una eficiente labor crítica, que tuviera la fuerza suficiente para contrarrestar y controlar el poder excesivo del Gobierno de la antigua calle Misericordia.

Esta fuerzas ahora esta tan mermadas en el apoyo ciudadano, que cualquier crítica o denuncia ciudadana, no tiene el valor de ser respaldadas por la ciudadanía por lo exiguo de la responsabilidad que han puesto en sus manos los electores. De tal modo, que sólo queda reconsiderar la situación tras el 26 de mayo, y unir fuerzas en una reconstrucción de los dos partidos en una nueva formación que recobre la confianza de los electores.

Es claro que los «egos» deben de dejarse apartados en la cuneta, y que tanto Alí como Fátima reflexionen en la forma de hacer política, que a nuestro modo de ver: es excesiva en la confrontación constante y en la crítica diaria, y buscar puntos de entendimientos para una ciudad que necesita la comprensión y el esfuerzo de todos...

Ceuta, con mayúscula, necesita la aportación de Alí y de Fátima: por tanto sean inteligentes y aúnen sus fuerzas, porque aún están a tiempo de crear una nueva formación, donde en vez de estar enfrentados por cuestiones domésticas, que no llevan a ninguna parte -por pura cuestiones personales-, esgriman las verdaderas razones ideológicas identificativas de ambos grupos, que consiste, como bien sabemos: en ayudar a los más desfavorecidos y necesitados que, desde su fundación, habitan en el alma de estas dos agrupaciones como las señas de identidad que más las distinguen...

Bien podemos decir que Alí, es un político noble, honrado y pragmático, que tiene la firme voluntad de servir al pueblo de Ceuta con su dedicación y desvelos de sobra manifestado en muchas ocasiones. Junto con Aróstegui forman un buen equipo para otra forma de entender la actitud política en nuestra ciudad, a pesar de que ahora la suerte les haya sido adversa... El desmontaje de su sede en Hadú, es una imagen triste y patética, que esperemos que sólo sea transitoria, y pueda renacer otra donde continúe la ayuda al ciudadano como hasta ahora de manera inmejorable lo han venido haciendo...

De Fátima Hamed, sólo podemos decir que es una paisana que nos llena de admiración su sensibilidad y debilidad por los descamisados, por los más necesitados de la sociedad ceutí... Tal vez, por sus características humanitarias, su labor más que en la lucha diaria de la política a secas, pensamos que estaría mejor conducida al frente de una ONG que velara por los intereses de los más desfavorecidos... ¡Pasión y sensibilidad!, dijéramos que son sus mejores características y sus valores demostrados en mil ocasiones... Al igual que Alí, la suerte le fue esquiva en estas elecciones; sin embargo, es claro que Ceuta la necesita, ya sea en la política, o en la labor humanitaria que desempeñe en los años por allegarse...

De tal modo y terminamos, le apuntamos tanto a Alí como a Fátima: que reflexionen, y saquen conclusiones de la reciente derrota, en las elecciones de este 26 de mayo; porque de las derrotas es de donde se pueden sacar las respuestas más reveladoras para afrontar el futuro con esperanza e ilusión...