Acudir al
cine se convierte en uno de los planes favoritos durante las tardes de verano. Adentrarse en nuevos mundos, así como meterse en la piel de los personajes es todo un acierto para los que disfrutan del séptimo arte. Ceuta cuenta con las 6 salas de ‘Unión Cine Ciudad’, situadas en el
Poblado Marinero. Este espacio ha vivido momentos de esplendor, pero otros en los que la afluencia se ha visto reducida a mínimos. La pandemia de la Covid-19 asestó un duro golpe, del que aún siguen sufriendo sus trabajadores. Igualmente, la llegada de las plataformas digitales causó daños a este sector. A día de hoy, padecen esta sombra, pero son otras las que hacen que aún no levanten del todo la cabeza en la ciudad autónoma.
Según las estimaciones que ofrece Carlos Menjíbar, quien trabaja en este establecimiento cultural desde hace cinco años, “durante la temporada estival solemos recibir sobre 90 y 100 usuarios a diarios” desplegados por las siete salas. No todas disponen del mismo número de butacas, ya que la más amplia sobrepasa las 200 y la pequeña algo menos de 50. Estas cifras son una aproximación, añadiendo que “también influyen los estrenos que haya en la cartelera en esa semana”. Lo mismo sucede que un día se congregan centenares de caballas, que otra jornada “ni siquiera se alcanzan los tres dígitos”.
Con la llegada del curso escolar y el cambio de estación, “cada día suelen venir unas 50 o 60 personas”, precisa Menjíbar. El fin de semana se convierte en el momento estrella donde la afluencia crece. “No sabemos que pasará este año, aún queda verano por delante”. No obstante, este empleado explica que “el aforo sigue limitado al 75% por seguridad”. Esta norma la continúan acatando para que la salud prevalezca en dicho espacio. “Por parte de los trabajadores, intentamos poner de nuestra parte para así evitar los contagios, además de recomendar el uso de mascarillas, aunque este ya no sea obligatorio”, aconseja.
La otra cara en este asunto es el mobiliario del que brinda estos cines. “Hace un mes que fui con mis hijos y tengo que decir que se deberían de modernizar”, sentencia Claudia González. Con estas palabras se refiere a las pantallas, como a las butacas. “Los asientos no son nada cómodos y hacen que no se disfrute de la película”, explica esta caballa. Asimismo, menciona que las salas se deberían de “modernizar al menos un poco. Solo hay que ver los que tenemos en la Península y no hay que irse muy lejos, sino a la provincia de Cádiz. Seguro que gusta ver una de acción con la pantalla en 3D”, especifica González.
Los espectadores consumen los largometrajes a través de las
plataformas digitales, quedándose así en casa y dejando a un lado a ‘Unión Cine Ciudad’. “Llevo desde antes de la pandemia sin asistir”, comenta un joven que antes solía acudir al menos una vez al mes.
Los modales en el interior, igualmente, se presentan como otro matiz que desfavorece al establecimiento. “La educación de las personas deja mucho que desear”, manifiesta un usuario. “He visto a niños saltar de una butaca a otra y los padres no les decían nada...”, lamenta Menjíbar. Por lo que, además del “desfase del mobiliario”, la plantilla de trabadores expresa que “la conducta cívica también debe imperar en el cine, puesto que es de todos”.
Ni inversiones ni respeto al “ritual”
Rodríguez escribía años un blog delicioso (“pura María”, volcánica), pero siempre ha sido siempre celosa de su cinefilia. Asidua del ‘Alameda’ de Sevilla y devota del ‘Albéniz’ de Málaga, derrocha criterio. Es de las fijas también del Poblado por mucho que su cartelera no suela entusiasmarla. Su última visita fue, el sábado, para ver ‘Voy a pasármelo bien’. “Tras la pandemia han mejorado en puntualidad, debe reconocerse, porque antes era un desastre, pero los asientos siguen siendo una vergüenza hundidos y estropeados, como los aseos, desastrosos”, lamenta. “Los que seguimos defendiendo el ritual del cine más allá de plataformas lo tenemos muy complicado en Ceuta, no solo por la falta de inversiones de Unión Cine Ciudad, que no garantiza ni que se respeten las entradas numeradas que compras por Internet, sino también por la carencia de civismo de parte del público, que hasta contesta al teléfono en la sala, pero si nadie vigila”, critica.