Se acerca el final del verano y en Ceuta toca volver al trabajo, a las rutinas… ¿O no? La pandemia del coronavirus no da tregua y son muchos los que se enfrentan a una vuelta atípica, con teletrabajo, fórmulas mixtas o el regreso a un entorno con distancia social y mascarilla. Y eso los que tengan un trabajo al que volver.
Todos o casi todos hemos oído muchas veces el término depresión postvacacional, aunque para la psicóloga Blanca Bueno Murillo, experta en terapia de familia, sería más correcto llamarlo síndrome postvacacional: “Se trata de un trastorno adaptativo que se produce en un momento concreto como es la vuelta de las vacaciones y que desaparece una vez se ha producido el proceso de adaptación a la rutina”.
Según los expertos, la inestabilidad laboral, las nuevas formas de trabajo en remoto que obligan a tener que conciliar la vida laboral y personal, y la vuelta presencial con las nuevas normas de prevención contra el COVID, hacen que aumente el estrés y la ansiedad. En concreto, “insomnio, cansancio continuo, dolores de cabeza, malestar general, irritabilidad o miedo” son algunos de los síntomas que se detectan entre quienes padecen el síndrome postvacacional, los cuales este año se podrían ver agravados.
Blanca Bueno Murillo: "Los síntomas más frecuentes son estado de ánimo bajo, falta de energía o dificultades en el sueño"
“Todos los años cuando se va acabando el verano y se aproxima la vuelta a la rutina aparece este término recordándonos a todos que se nos acaban las vacaciones. Es un síndrome muy nombrado porque la vuelta de las vacaciones suele resultar difícil en general. Se diferencia de la depresión fundamentalmente en la duración ya que el síndrome no debe durar más de dos o tres semanas, y en la intensidad ya que es mucho más intenso en la depresión”, explica la psicóloga.
Este año con la pandemia podemos observar diferencias en las vacaciones y en la vuelta con respecto a otros años. “En primer lugar, no todo el mundo se ha podido ir de vacaciones ya sea por miedo al COVID aún, problemas económicos, de trabajo o restricciones. Y si lo han hecho, estas quizás no han sido como las hacían habitualmente y han tenido una menor duración o se han ido a una distancia más corta”.
Esto puede hacer que, por un lado, la vuelta no sea tan difícil “al no haber tanto cambio entre el periodo vacacional y el laboral”; y, por otro lado, que “la desconexión, cambio de aires o relajación que se busca en las vacaciones no se haya conseguido de forma óptima, dificultando así seguir con el año laboral que sigue”.
Asimismo, puede haber otras condiciones particulares con la pandemia que dificulten la vuelta y que puedan incrementar el síndrome postvacacional.
“Por ejemplo, la incertidumbre laboral derivada de este año y medio de pandemia puede hacer que o bien no se hayan disfrutado las vacaciones como sería necesario o que la vuelta sea con miedos, ansiedad por la incertidumbre o las dificultades económicas. También el miedo a que pueda haber nuevas restricciones que imposibiliten salir de nuevo de vacaciones o incluso de fin de semana. Esto puede hacer que la vuelta sea más difícil por no saber si se va a poder viajar en mucho tiempo”, insistía Bueno Murillo.
“Hay que evitar relacionar las vacaciones con la sensación absoluta de bienestar”
Además, esta incertidumbre es aún mayor en ciudades como Ceuta ya que “la salida de la ciudad es más difícil y se controla más en caso de restricciones pudiendo aparecer sensación de agobio o encierro por no poder salir”.
Cerca de un tercio de los trabajadores suelen sufrir un malestar significativo en el momento de reincorporarse a su puesto de empleo y “es seguro que esto se verá incrementado actualmente de manera muy importante”.
Es por ello que la psicóloga ceutí propone unas recomendaciones para hacer frente a esta situación de la mejor manera. La primera y más importante al contrario de lo que se suele hacer es volver de las vacaciones con antelación a la vuelta al trabajo o estudios, e “incluso, empezar a trabajar a mitad de semana para que la vuelta no sea tan brusca”. “Adaptar progresivamente los horarios de sueño, de comidas y de rutinas en general los días previos a la vuelta es fundamental”.
Dormir y alimentarse de forma adecuada, “procurando dormir suficientes horas y de calidad y llevando una alimentación saludable” es otro de los consejos que da Blanca a sus pacientes, así como “evitar relacionar las vacaciones con la sensación absoluta de bienestar y la vuelta al trabajo como el estado opuesto: malestar absoluto”.
Sobre todo, lo fundamental para la psicóloga es que la vuelta sea progresiva, “no exigiéndonos rendir al máximo desde el primer día”. “Planificar actividades agradables en la vuelta al trabajo, no ligándolas así únicamente al periodo vacacional también es una muy buena opción”, concluyó.