El pasado día 16 de abril el Mando de Operaciones de la Guardia Civil decidió poner en marcha la posibilidad de percibir 1.188 euros brutos a los guardias civiles que renuncien a las vacaciones de verano. Una posibilidad que requiere que previamente el funcionario tenga solicitado al menos 15 días de vacaciones en los turnos de verano.
La Dirección General trata de enmascarar tan generosa experiencia piloto con el argumento de la falta de guardias alumnos en prácticas este verano, pero la realidad tiene mucho que ver también con la falta de guardias civiles, independientemente de la excusa argumentada, porque en la Guardia Civil faltan miles de efectivos para hacer frente a los muchos cometidos asignados y, por supuesto, una verdadera catalogación de los puestos de trabajo que evite disfunciones de sobra conocidas y no tratadas por distintas razones.
La iniciativa del Mando de Operaciones, como toda iniciativa, tiene sus valedores y detractores, porque tiene sus pros y sus contras.
En principio un guardia civil que se trasladaba a las Ciudades Autónomas para reforzar las plantillas venía a percibir unos 2.500 euros mensuales y en la actualidad el que ocupe su puesto percibirá 1.188 euros brutos, es decir, la administración será lenta, pero no tonta y, por tanto, se ahorrará dinero sin perder potencial de servicio.
“En la Guardia Civil faltan miles de efectivos para hacer frente a los muchos cometidos asignados”
No todas las Comandancias tendrán esa posibilidad, pero sí las de Ceuta y Melilla, porque históricamente son receptoras en estas fechas y los guardias destinados en ambas Ciudades Autónomas podrán acogerse voluntariamente a esta posibilidad.
Como decía, toda norma tiene sus valedores o detractores, pero no es menos cierto que a nadie se le obliga y, por tanto, la posibilidad de pataleo es mínima.
La medida del Mando de Operaciones tiene otras bondades operativas dignas de mencionar, porque los guardias civiles se quedarán a trabajar en las mismas Unidades donde prestan servicio y, por tanto, no tendrán que adaptarse y aprender las distintas vicisitudes que tiene todo puesto de trabajo.
Esto redundará en un mejor servicio que se presta a los ciudadanos y, por tanto, la norma tiene en principio bondades descubiertas y espero que no maldades por descubrir. El tiempo nos lo dirá.
“No todas las Comandancias tendrán esa posibilidad, pero sí las de Ceuta y Melilla”
¡Cómo ha cambiado la Guardia Civil! Es la expresión tan repetida por los guardias civiles retirados y por los pocos que permanecemos de aquella etapa donde los guardias civiles no tenían vacaciones en verano y tenían que renunciar a muchos días de vacaciones anuales para tener la posibilidad de coger algunos días de vacaciones en verano al año siguiente.
Hemos cambiado gracias a los muchos compañeros que se jugaron su puesto de trabajo y los que todavía dedican su tiempo en levantar su voz para que los guardias civiles tengamos Asociaciones Profesionales.
Esos mismos guardias civiles que tienen que oír que las Asociaciones no sirven para nada. Vivir para ver.