No hay rastro de este niño. Un chico cuya historia se borra el 9 de septiembre. Un adolescente marroquí que tenía intención de cruzar a Ceuta y del que nada se sabe desde ese día.
Sigue sin aparecer. Un mensaje solicitando ayuda a través de El Faro de Ceuta es la única alerta que, hasta el momento, se ha cursado sobre su desaparición.
“No ha aparecido todavía, ojalá tuvieras alguna información sobre él”, solicitan. Quienes los buscan son de Martil, una de las zonas del norte de Marruecos de donde más chicos han escapado.
Como este adolescente hay muchos otros de los que nada se sabe. ¿Dónde están? Esa es la clave. Parten de su tierra en dirección a Ceuta, pero aquí no llegan. El teléfono que habilitó la Ciudad para informar sobre menores no les reporta datos favorables, pero esos niños que abandonaron su hogar nunca regresan a sus casas.
Un vacío sin cubrir tras varias muertes y desapariciones
Son las grandes dudas que nadie resuelve en la frontera sur. Tampoco parece que importe mucho hacerlo, toda vez que no se ha iniciado ninguna investigación sobre la hilera de desaparecidos de los que nada se sabe.
La ausencia de este menor coincide con intentos de entrada producidos a primeros de mes, justo tras el repunte de accesos de agosto. La fecha roja en el calendario se queda en ese 9 de septiembre.
Para que la Guardia Civil abra una investigación es necesario interponer una denuncia para que así puedan empezar a cotejarse posibles identidades correspondientes con personas que, desgraciadamente, han muerto en el intento de pase a Ceuta.
Hay varios jóvenes que han sido enterrados sin lograr su identificación, pero el Laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial dispone de las fichas correspondientes con cada uno de estos sucesos.