Categorías: Opinión

Sin norte

Desde que descubrimos que nada era lo que parecía, la ciudadanía vive expectante, en un constante sobresalto, aturdida por un frenético  torbellino de insólitos acontecimientos que no atina a interpretar. La perplejidad generalizada, prácticamente unánime,  se manifiesta en forma de indignación, depresión, ofuscación o indiferencia; en función del daño directamente sufrido, del grado de conciencia social y del nivel de implicación en los asuntos públicos. Pero en lo que existe una amplia coincidencia es en que la forma de hacer política conocida hasta ahora ha quedado obsoleta. Los ciudadanos habían transferido su responsabilidad a una casta política, desentendiéndose por completo de la tarea colectiva de regir la vida en común. Las pruebas de esta dejación de funciones eran muy evidentes: escasa afiliación a los partidos políticos y un vergonzoso índice de abstención. La democracia se había convertido en un juego fútil consistente en votar (como en un concurso de televisión) entre dos candidatos muy similares, por razones de ínfima trascendencia, en la convicción de que los fundamentos de nuestra confortable seguridad económica (y social) no sufrirían alteraciones. De eso se ocupaba la clase política en su conjunto.
Por ello, una de las conclusiones más valiosas que se pueden extraer del cataclismo que estamos soportando es la necesidad de devolver a la política su significado primigenio.  Participación masiva y directa; y pedagogía social. Es lo que el movimiento de los indignados sintetizaba en su “democracia real, ya”. Es muy urgente que esta idea cale en el cuerpo social. Pero también es muy necesario que los dirigentes políticos asuman que estamos en un tiempo de cambio. No es una turbulencia pasajera que hay que aguantar con entereza esperando que todo vuelva a su ser. Es probable que la economía se logre recuperar en el futuro, pero determinados modos y comportamientos sociales han quedado desterrados definitivamente.
La dimensión pedagógica de la política adquiere una preponderancia que nunca debió extraviar. No se trata única y exclusivamente de gestionar los recursos públicos, sino de hacerlo en un contexto de valores  y objetivos definidos previamente con el concurso de todos. No todo puede quedar reducido a su dimensión económica. La economía debe estar al servicio de las personas, no a la inversa.  
Este es, precisamente, el problema más serio de cuantos aquejan a la vida política en Ceuta. Carecemos de un debate de ideas con la suficiente proyección  y alcance como para trazar un rumbo. No sabemos lo que somos. Y lo que es peor, no queremos saberlo. Ceuta necesita, más que nadie, más que nunca, pensar. Pero parece imposible. La hegemonía política del PP, ejercida con inusitada disciplina y severidad, aborta todo intento de reflexión. Se diría que la clave de su éxito reside en la orfandad intelectual de la sociedad que regenta. Por ello se afanan en preservarla de cualquier atisbo de inquietud. Los dirigentes del PP pretenden reforzar el carácter anacrónico que tanto distingue a Ceuta en infinidad de ámbitos. Y mantenernos (y mantenerse) al margen de los cambios que se están produciendo lenta, pero imparablemente, en nuestro país.
Esta actitud inmovilista queda perfectamente demostrada oyendo las declaraciones de los principales cargos públicos locales (todos ellos del PP). Fosilizados. Viven abstraídos en su delirante  visión del mundo, diametralmente disociada de la realidad, y que pretenden imponer mediante el férreo control de los medios de comunicación. Este autismo social, provocado por su desesperado asimiento al pasado, los lleva  dirigir los destinos de la Ciudad sin tener un norte que actúe como factor de cohesión.  De este modo, su acción de gobierno se convierte en una aventura fantasmagórica que ellos mismos disfrutan con suma displicencia, ajenos al sufrimiento de un pueblo que aún no ha sabido recuperar la autoestima perdida.

Entradas recientes

La seguridad en los autobuses y la política "arboricida", a debate en el próximo pleno

El PSOE de Ceuta planteará al Gobierno de Vivas cuatro interpelaciones en la próxima sesión…

24/11/2024

En la Piel | Tras la historia de los Fuertes de Ceuta

Ceuta es un lugar con mucha historia y todo ceutí conoce, o ha escuchado hablar…

24/11/2024

"Aunque pasen 100 años siempre lo recordaremos"

“Está en el cielo por donde esté”. Aixa Mohamed recuerda a diario a quien era…

24/11/2024

Smishing, el plan pernicioso de unos estafadores que terminó en el juzgado

En el mundo de las estafas, la creatividad de los delincuentes no tiene límites. Echan…

24/11/2024

Las viudas de Regulares

El Poblado de Regulares cuida, como el tesoro que son, a las viudas de los…

24/11/2024

Que se cumpla lo votado, algo desmoralizante

El pasado mes de octubre en el Congreso de los Diputados se votó a favor…

24/11/2024