La
delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha insistido este viernes en una comparecencia oficial, a preguntas de los medios de comunicación, que la
frontera del Tarajal sigue en obras y que no hay fecha conocida para su reapertura. Todo lo que se pueda decir o comunicar es, ahora mismo, una especulación. La infraestructura que separa Ceuta de
Marruecos se encuentra en la tercera fase de su remodelación, con fecha de finalización a primeros de junio, con la confianza de que en ese periodo haya sido terminado el dispositivo de la frontera inteligente para que esté en pleno funcionamiento. Se aspira también a que la Operación Paso del Estrecho se pueda llevar a cabo e incluso que pase por Ceuta, aunque
todo esto depende de la reunión que se tenga al más alto nivel entre España y Marruecos, sobre la que no hay fecha y en la que se determinarán todos los detalles. Delegación quiere una frontera segura, con su reconocimiento facial implantado para controlar que la persona que entra salga en el día, impidiendo por tanto estancias nocturnas irregulares como ocurría antes, lo que constituía un quebradero de cabeza para las fuerzas de seguridad. Habrá dos sistemas de reconocimiento de personas, atendiendo también a las personas que están fuera del ámbito Schengen, para lo que hay que contar con directrices de la Unión Europea.
Mateos ha confirmado la reunión telemática mantenida esta semana con la delegada de Melilla, Sabrina Moh, que ha sido adelantada por El Faro de Ceuta y a la que asistieron las cúpulas de las fuerzas de seguridad, para comunicar a Madrid que modelo de paso se quiere. No hay fecha de apertura de filtros terrestres, pero para Mateos es importante que las obras estén terminadas antes de que se dé ese paso. Y las obras, como todas, se han visto afectadas por retrasos con lo que, al margen de disponerse de dos años de clausura sin tránsito ni de personas ni de vehículos, no se ha puesto poner el punto y final. Se han quitado elementos que mermaban la seguridad en el caso de que, por ejemplo, pudiera haber alguna incidencia en el tránsito de las personas y se han retirado infraestructuras que molestaban. Se ha remodelado también el puesto que empleaba Guardia Civil y Policía Nacional en su labor destacada en la frontera.
Especial atención a los transfronterizos y el miedo al asilo
Una vez abra el paso, los transfronterizos serán prioritarios en el tráfico, tanto en alusión no solo a los atrapados en Ceuta que podrán marchar a su país y volver sino a los que quedaron en Marruecos, a los que se les dará un plazo para que traigan su documentación y puedan regularizar sus contratos de trabajo, ya que todos los trabajadores deben estar legalizados. La práctica totalidad fue dada de baja en la Seguridad Social y no pudo cumplir sus trámites de renovación de tarjeta en Extranjería, existiendo ahora la posibilidad de que se pueda llevar a cabo una vez reabra el paso. Hay un asunto que preocupa, y mucho, a las fuerzas de seguridad:
la Ley del asilo y el temor a que haya un colapso de marroquíes en busca de pedir protección internacional. Se confía en que en este abril se puedan producir ya los cambios en la normativa que prevén acortar los plazos para responder, en breve, a la aceptación o no de esas peticiones.