El colectivo empresarial necesita explicaciones. Pasan los días y las únicas valoraciones oficiales conocidas no dejan nada claro sobre la determinación adoptada por entidades bancarias de bloquear sus cuentas. Lo único que algunas han contestado a los clientes afectados alude a un procedimiento judicial iniciado en Melilla sobre blanqueo de capitales que llevó a que se bloquearan en la ciudad hermana varias cuentas. Según la Delegación, los bancos actúan de manera conjunta en Ceuta a raíz de ese caso del que todavía no hay sentencia y que hoy es detallado por EL FARO.
Resultaría preocupante que por lo investigado a determinadas personas en concreto, que todavía por cierto no han sido sentenciadas, pagaran otros empresarios que además ejercen su actividad en un lugar distinto y que nada tienen que ver con las investigaciones que dieron pie a ese caso judicial. Resulta más preocupante aún que las propias gestiones anunciadas por las administraciones y, de forma particular, por los parlamentarios, no hayan arrojado resultado alguno, por lo que de momento están sirviendo para rellenar espacios informativos pero no para obtener conclusiones claras. Conclusiones que son necesarias y resultan obligadas en un escenario que se torna preocupante no solo para los propios afectados sino para el resto de la ciudadanía por la incertidumbre que se está generando.