Sin entendimiento para un frente común sobre el futuro de la educación en Ceuta

Los partidos políticos con representación en la Asamblea no se pusieron de acuerdo para formar un frente común para analizar y buscar soluciones a la situación del sistema educativo en nuestra ciudad.

En este caso concreto, la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, dejó claro que lo que defiende su ejecutivo es una reforma del sistema educativo a nivel nacional, “porque muchos de los problemas que estamos denunciando que suceden en Ceuta se dan también en otros puntos de nuestro país, aunque luego nosotros tengamos también algunos más específicos”.
Uno de estos problemas  que se solucionarían con una reforma del sistema educativo en general, en palabras de la misma Mabel Deu, es el del aprendizaje de la propia lengua española en los niños más pequeños y que luego produce una incidencia en el fracaso escolar.
Propuso a los partidos políticos con representación parlamentaria la creación de una comisión con todos los integrantes de la comunidad educativa para la redacción de un estudio donde se aborden todos los problemas de este sector en nuestra ciudad y luego su transmisión al Ministerio una vez que se constituya el nuevo gobierno a partir del mes de enero.
La aceptación de esta propuesta correspondía claramente a Caballas ya que había sido este grupo político el que había presentado la moción para el gran acuerdo sobre la educación, pero hubo una negativa a aceptar la transaccional de los populares.
En el caso de Caballas había tomado la palabra el mismo Juan Luis Aróstegui, que dejó su escaño y se dirigió hacia el atril para la intervención.
En primer lugar denunció que el fracaso escolar en nuestra ciudad era sencillamente escandaloso y que superaba en veinte puntos la media a nivel nacional y por ello dijo en voz alta que todos debían  preguntarse en qué se estaban equivocando.
Sobre el citado fracaso reflejó que el mismo se concentraba más en las barriadas marginales desde el punto de vista social y que el colectivo más castigado era el musulmán. Por ello alegó que no quedaba más remedio que cambiar la mentalidad y que se produjera una revolución afectiva.
Entrando ya en las responsabilidades de los partidos políticos con responsabilidad en el gobierno nacional quiso aclarar que ambos habían sido culpables cuando han gobernado desde la Administración General del Estado.
Por otro lado, dejó caer que el mismo tema autonómico influye porque la maquinaria para Ceuta y Melilla se ha quedado con normativas del año 94 y culpó a cargos intermedios de la Administración de tener una visión de las ciudades de Ceuta y Melilla como “un lugar de privilegiados”.
Además certificó que parecía mentira que en el año 2011 en una ciudad como Ceuta no hubiera ninguna referencia al árabe ceutí, “la lengua que hablan miles de habitantes de esta tierra”.
Por su parte, Carracao criticó a Aróstegui, precisamente, por haber pedido un gran pacto por la educación y que luego en relación con los socialistas criticara que no se había hecho nada cuando, desde su punto de vista no era verdad para nada.

Aróstegui dijo que “o termino o que me saque la Policía”

Estaba hablando desde el atril el portavoz de Caballas, cuando el presidente de la Ciudad le advirtió de que fuera terminando porque se había cumplido el tiempo establecido para la intervención. Entonces, se volvió el portavoz de la coalición para señalar que era un asunto de trascendencia para nuestra ciudad y que desde luego iba a terminar con todo lo que quería decir o que le sacara la Policía. Vivas optó por la prudencia y no contestó. Posteriormente, el portavoz del PSOE, Carracao, afeó a Aróstegui la intervención realizada y reflejó que si hubiera pedido de entrada más tiempo se imaginaba que se lo hubieran dado. De toda maneras, reflejó que se veía liberado de adaptarse al tiempo cuando vea un asunto importante. Aróstegui pidió disculpas.

Número de profesores y estudiantes de Magisterio musulmanes

El portavoz de la coalición Caballas dio a conocer también un dato estadístico para señalar que de los quinientos cuarenta y siete profesores de Magisterio que imparten sus clases en nuestra ciudad, nada más que nueve eran musulmanes, con lo cual era un reflejo claro de como también aquí las proporciones no son las debidas y que ello se debía a las circunstancias que estaba denunciando. Sin embargo, con posterioridad, el mismo Carracao reflejó que le gustaría conocer cuantos estudiantes musulmanes hay en Magisterio, “porque yo soy profesor y en mis tiempos había muchos compañeros musulmanes, lo que sucede es que luego han podido decidir no opositar, y dedicarse a otros campos”.