Silencios sobre Siria

Me escribía un buen amigo por Facebook sobre la falta de reacciones que, entre la clase política local, está suscitando la marcha de ceutíes a Siria. Asombrado él y, a estas alturas, menos asombrada yo. El pasotismo y el oportunismo se dan la mano de forma diabólica en este asunto, lo que provoca que ninguna formación haya siquiera valorado lo que está sucediendo. Sólo los ciudadanos se han atrevido a remitir cartas al director a esta Casa sobre lo que está sucediendo, creando un debate que hace tiempo que está en la calle.
Si bien las fuerzas de seguridad deben trabajar como lo están haciendo, otro debate distinto es el que se espera de las fuerzas políticas con representación. Hasta el momento no he leído comunicado alguno, ni tampoco un pronunciamiento con la formalidad debida. Algo que no nos puede resultar extraño, puesto que con otros conflictos sí que los ha habido sin que, en aquella ocasión, se hubiera producido la marcha sin freno de ceutíes.
Si uno lee los últimos testimonios escritos por Paloma López Cortina sobre los perfiles y las familias de los cuatro últimos en marcharse, se dará cuenta de qué tipo de captación estamos hablando. Me reservo las impresiones que deben estar guardadas celosamente, pero, con los datos que se ha creído conveniente publicar, a nadie escapa el tipo de individuos que se están dedicando a captar a jóvenes concretos.
Esto es lo que está ocurriendo en la ciudad. Un asunto serio que se entremezcla con tantos otros de los que vamos informando. Me atrevo a vincular ese pasotismo de partidos de peso con la forma en que Ceuta está perdiendo su identidad. Ambos episodios son comunes porque ambos están liderados por lo mismo: sentimientos de dejación, de no importarnos lo que le pase al de al lado en ciudad de tan reducidas dimensiones, de seguir dividiendo a la sociedad como lo hacemos, entregándonos en la coexistencia que siempre existió aunque vendamos eso de la convivencia.
Existe un despego absoluto de las entidades que deben tener voz y voto porque son referentes. Los políticos tienen mayor pecado, puesto que con anterioridad sí se han posicionado en otros episodios quizá porque les interesaban. Pero no dejo de lado otras entidades que debieran ser un referente y que hasta la fecha han callado. Y eso que todo este maremágnum está pasando en nuestro pueblo. El silencio de Siria también nos ha dominado.