Las operaciones de seguridad llevadas a cabo el miércoles por la noche por los servicios de la prefectura de policía de Casablanca han conducido a la detención de siete individuos, entre ellos un menor, por su presunta implicación en actos de vandalismo. Han sido acusados de daños materiales a bienes públicos además de actos de violencia contra los agentes durante el ejercicio de sus funciones, tal y como indicó una fuente de seguridad. El dispositivo fue desplegado con motivo del derbi de fútbol entre Casablanca y Raja-Wydad. La ejecución de estas operaciones tuvo lugar antes y durante el partido, así como durante la dispersión final de la multitud. Este permitió detener a los acusados por su implicación en actos de daños materiales infligidos al equipamiento del estadio y a tres coches de policía, según señaló la misma fuente, que añadió que algunos de los detenidos atacaron a los elementos de las fuerzas públicas con piedras. El ataque se saldó con cuatro policías heridos; además, otros tres hinchas resultaron dañados y quemados tras el uso de bengalas de humo. No fue la única actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes. Las operaciones de intervención proactiva llevadas a cabo durante el, concurrido partido también permitieron la detención de 497 menores no acompañados en las inmediaciones del estadio, agrega la misma fuente. Todos ellos fueron entregados de vuelta a sus padres y tutores legales. Por su parte, los acusados adultos fueron puestos bajo custodia policial, mientras que el sospechoso menor de edad fue puesto bajo vigilancia para esclarecer los pormenores de este caso, al tiempo que prosiguen las investigaciones y pesquisas para arrestar a los demás participantes en estos actos delictivos. Los disturbios no son algo infrecuente en el llamado derbi de Casablanca. Ya el año pasado la policía marroquí detuvo a 46 personas, entre ellas seis menores de edad, por altercados durante el encuentro. En aquella ocasión también hub ataques con piedras y se requisaron bengalas y fuegos artificiales.