Siempre quedará París

“Un gol prodigioso de Nayim en el último minuto da la Recopa al Zaragoza”. Así titulaban las agencias de noticias hace 20 años el logro del último título del fútbol español. El Real Zaragoza alzaba su egundo título europeo después de 31 años gracias a un gol desde casi 50 metros logrado por Mohamed Alí Nayim que David Seaman –el bigotudo guardameta del Arsenal– no pudo atajar tan solo unos segundos antes de que el colegiado italiano Piero Cecarini decretara el final del encuentro.

“Fue el 10 de mayo de 1995, pero para mí es como si hubiera sucedido ayer. Es un partido que tengo grabado en mi memoria porque logré un gol que ha marcado mi vida en todos los sentidos”, recuerda dos décadas después Nayim .
Con el título de entrenador en su bolsillo y actualmente comentando partidos de la Liga española en Inglaterra para un canal de televisión, Nayim sigue residiendo en Ceuta aunque esta semana la efemérides de su tanto en el Parque de los Príncipes de París le ha mantenido a caballo entre Madrid y Zaragoza. “Es una semana especial para los zaragozistas, llena de recuerdos ya que el Zaragoza logró un título importante, fue una final muy especial y por eso mi teléfono no para de sonar para felicitarme o hacerme entrevistas”,  reconoce
Una curiosidad: ¿cuántas veces le han preguntado si en verdad disparó puerta? El exjugador sonríe y asegura: “El que me conoce no me hace esa pregunta porque las imágenes hablan por sí solas. La intención estaba en marcar porque vi al portero adelantado y tiré”. No obstante, precisa: “Para marcar desde tan lejos hace falta pegarle bien, con fuerza y precisión, y que el portero se equivoque y no llegue al balón, y en mi caso David Seaman no llegó”.
Nayim reconoce que no es amigo de ver la repetición de su acción, pero entiende que muchas veces no tiene más remedio. “La he visto decenas de veces porque de forma frecuente algún amigo me envía el vídeo por Facebook o WhatsApp y es bonito”. La distancia del gol, cifrada en unos 50 metros, es algo que no se ha preocupado en averiguar. “Solo sé que fue del lado derecho y en una diagonal, pero no me he preocupado en conocer exactamente esa distancia”.
Nayim recuerda perfectamente una alineación donde formaron de inicio Cedrún; Belsué, Aguado, Cáceres, Solana; Nayim, Aragón, Poyet; Pardeza, Esnaider e Higuera. “Sigo en contacto con todos ya que mantenemos una amistad irrompible. Creamos un grupo humano extraordinario y cada día me lo demuestran con detalles. Tuve la suerte de tener unos compañeros excelentes y por eso seguimos siendo muy amigos".
Nayim, que después del Real Zaragoza concluyó su carrera en el Logroñés, ha recibido múltiples felicitaciones y llamadas estos días pero se queda con tres aspectos: “Mi familia, que está orgullosa de mí, mis compañeros a los que estoy eternamente agradecido de cómo me ayudaron, y el apoyo de la afición”.
Un respaldo de la afición maña que incluso se ha traducido en una calle con su nombre en Zaragoza, otra en el pueblo de Trasmoz y una plaza con un parque infantil en Alagón. “Es una suerte, un honor y un orgullo”, celebra.
 porque honrar así a una persona en vida es súper importante y así lo vemos yo y mi familia, que está muy agradecida con estos gestos".
Mohamed Alí Amar (Ceuta, 5 de noviembre de 1966) comparte ahora las vivencias de su gol con sus hijos Youssef -de 18 años- y Mehdi -de 12 años- ya que el pequeño Anuar todavía tiene un año y medio. "Ahora ya saben lo importante que fue ese gol y se sienten orgullosos. Solo espero que sigan disfrutando y que estudien", ha precisado.
Nayim solo tiene palabras de agradecimiento. "Es un recuerdo espectacular en todos los sentidos que hizo feliz a mucha gente y es bueno que ahora lo tengan en la memoria todo el mundo del fútbol", ha añadido ciertamente emocionado.
Este 10 de mayo hace ya veinte años que un gol desde el centro del campo de Nayim quedaba marcado a fuego en la historia del fútbol español.... y parece que fue ayer.