“Si un pijo va a mi concierto, no pasa nada, se puede identificar con lo que canto”

A partir de las 00:00 horas, ‘La Sala’ acoge una de las citas culturales más esperadas del mes, la actuación del rapero ‘Sho–Hai’, de los exitosos ‘Violadores del verso’, que presenta su disco ‘Doble vida’ –Sé que es la primera ocasión que toca en Ceuta pero desconozco si como turista conoce la ciudad.
–Es la primera vez que vamos a actuar, sí. Vamos una buena representación de 'Violadores del verso' porque estará el RdRumba como dj y yo como raper, así que nos desplazamos el 50% del grupo para conquistar Ceuta. Estamos casi terminando la gira y actuar allí ha supuesto una gran ocasión porque así conocemos la ciudad, que creo que es bastante bonita.
–Viene para presentar su disco 'Doble vida' en un concierto que durará cuánto.
–Hora y media más o menos de espectáculo, tiempo suficiente para hacer el burro sobre el escenario. Intentamos que los conciertos sean una fiesta. Que durante hora y media la gente se olvide de todos los problemas que tengan fuera, que lo dejen ahí dentro que yo los cojo, los meto en un saco y los tiro al mar.
–Con la crisis que está cayendo tendrá usted material para veinte discos más porque sus letras son reivindicativas...
–La música rap tiene algo extraordinario y es que todo lo que ves te influye y sobre todo los asuntos sociales. Las cosas malas que están pasando en España y en el mundo inspiran mucho para contarlo en un rap. Pero en este disco me dio mucho por expresar sentimientos que tenía en ese momento. Si estoy jodido o alegre, lo cuento en un folio.
–¿Es posible crear hermosas canciones de amor en hip hop?
–Tengo una canción con mi amigo Shelar, de aquí, de Zaragoza, que se llama 'Hamor', y que habla de una historia profunda del corazón. Si lo haces bien, en el rap puedes hablar de todo, hay libertad absoluta.
–Ser un artista referente, ¿le crea presión o le motiva para demostrar por qué es uno de los mejores?
–Muchas veces tienes presión, sabes que estás en el punto de mira por ser uno de los 'Violadores'. Pero siempre termino olvidándome de eso y hago mis canciones, mis conciertos y fuera el qué dirán.
–¿Para quién escribe?
–Hago las letras principalmente para mí, luego para mis colegas y si ya le gusta a la gente pues muy bien.
–Imagínese que sube al escenario y observa que entre el público hay un pijo deseando que el espectáculo comience: ¿qué pensaría usted entonces?
–Nos ha pasado muchas veces. Hay gente que va a los conciertos y que no son raper. Nosotros hacemos rap principalmente para los raper pero como somos personas normales y corrientes que cuentan cosas normales y corrientes pues es lógico que estas cosas le puedan pasar tanto a un raper como a un pijo. Por eso mucha peña que no viste como yo va a conciertos nuestros, simplemente porque se sienten identificados con las letras. Por ejemplo, en Zaragoza eso de llevar gorras y pintas de rapero tampoco se estira mucho y lo mismo ves a un tío muy repeinado encima de un escenario haciendo unas rimas increíbles. La estética no importa: a mí me gustan las zapatillas de baloncesto y llevo gorra porque si no parezco Tamariz y otro que vaya como quiera.
–Tengo un amigo que una vez me dijo: "Yo no escucho rap, escucho 'Violadores del verso'. Buen piropo, ¿verdad?
–Totalmente. Esto pone la piel de gallina. Dale gracias de mi parte.
–¿Sigue usted sin tener internet en casa?
–Sigo, sigo. Pero hace un año o por ahí me hice con un 'iPhone' pero sobre todo porque los mensajes me salían supercaros y ahora con el 'whatsapp' éste de los cojones la verdad es que se ha dado un paso porque es útil y te ahorras una pasta del copón. De todas formas, creo que algún día sucumbiré a los encantos de la mierda de internet.
–¿Conserva la ilusión de quedar siempre por encima de Bisbal?
–(Risas) Cuando sacamos el último disco de 'Violadores', en 2006, el álbum se colocó líder de ventas y se quedaron por detrás Bisbal y Malú. Fue un subidón para mí y para mi madre sobre todo. Somos un grupo que no salimos en informativos ni en radiofórmulas ni en ningún lado y eso fue una manera de decir "aquí estamos los raperos". Las multinacionales impugnaron las listas de ventas, llamando a todos los lados y preguntando por qué cojones estábamos por encima de Bisbal. Esta situación, aparte de a nosotros, alegró a mucha peña.
–No obstante, ¿no cree que uno de los encantos del hip hop es que es un arte de minorías?
–Mi disco no es tan grande como los de 'Violadores' pero veo que en las salitas en las que estoy yendo va cada vez más peña y esto le pasa a muchos grupos de hip hop. El asunto es que el rap que hagas sea bueno, si haces un rap que diga "mueve tu culo en la pista de baile", eso es una mierda, hay que hacer cosas guapas como hicimos nosotros en discos como 'Vivir para contarlo' y si encima llegas al número uno es realmente un logro increíble.
–¿Tiene una canción que sea su preferida dentro de l disco?
–Le tengo mucho cariño a todas las canciones. Al ser un rollo en solitario y por tanto más personal pues he creado un mundillo sobre un momento de mi vida que lo recordaré siempre. De cada canción que he hecho, recuerdo perfectamente cuándo surgió la idea y cómo la plasmé.
–¿Dónde le gusta escribir?
–Soy mucho de estar en casa sólo con la instrumental y darle horas y horas, tomarme unas cervezas y sobre todo de noche.
–¿No tiene la impresión de que letras magníficas de hip hop no son tomadas en serio precisamente por ser de un género que está mal visto por ciertos sectores?
–Por su puesto, tienes toda la razón. Y ya no sólo letras, sino grupos o raper. A mí me ha encantado gente mogollón y no lo conoce nadie y esto me jode bastante.
–¿Es más fácil triunfar ahora con tantos medios de difusión?
–No sé yo. Colgar tu maqueta y ponerla en internet es como poner un grano de arena en el desierto, hacerse un hueco es muy difícil.

Las últimas entradas, a la venta en 'La Sala'
Llega una de las citas más esperadas en la agenda cultural de octubre, el conciero de 'Sho–Hai', de los zaragozanos 'Violadores del Verso', espectáculo que da comienzo a las 00:00 horas en 'La Sala'.
El artista viene a presentar su 'Doble Vida', un disco que contiene quince canciones y en el que encontramos a 'RdRumba', al resto de 'Violadores' y a un sublime Xhelazz. Restan por venderse las últimas entradas.