Si Rajoy hubiese cobrado

Esta premisa es la que apunta el PSOE para solicitar su marcha. A lo que añado, que también debería marcharse si atracó algún banco, defraudó a hacienda, o robó el bolso a una señora. Esa es la política del PSOE, ir detrás de los titulares que les marca el que otrora fuera su azote, el director del diario El Mundo, Pedro J Ramírez. No esperen más del PSOE, de los exiguos palmeros de Zapatero, de los turiferarios de la agonía española. Eso es lo que entienden por hacer oposición en una nación y en un tiempo que necesita más que nunca ideas y formas diferentes.
La fijación y tozudez de la oposición española por la caza y captura del Presidente de la nación, les delata como partes y cómplices de un sistema que permite y tolera la aparición de cientos de “bárcenas” por toda la geografía española y en todos los partidos políticos. Lo importante no es la corrupción generalizada, que también les afecta a ellos, lo importante es derrocar al gobierno. A las hemerotecas me remito.
Para la oposición política, el problema no radica en que pueda existir toda una trama de corrupción generalizada, con corruptos en el gobierno y empresas inductoras a la corrupción pululando por las más altas cuotas de poder y codeándose con un gobierno omnímodo.
Para esta oposición de flaca memoria,  lo más grave es si Rajoy cobró sobresueldos que no declaró a hacienda. Es decir, evidencian un “quítate tú para ponerme yo, y a estos, a los españolitos de a pie, que los parta un rayo”.
A los españoles nos interesa saber si Rajoy cobro sobresueldos, pero fundamentalmente queremos conocer quiénes eran los donantes de esas ingentes cantidades de dinero, cuáles eran las consecuencias de esas donaciones, y cuáles son las verdaderas dimensiones de toda la trama. Es decir, nos planteamos las mismas preguntas que con la trama de los EREs, Mercasevilla, UGT Andalucía, o cualquier otro caso de corrupción sangrante que para más inri recae sobre los cansados hombros de una población que soporta la carga fiscal más elevada del mundo, los salarios más bajos de la UE y las tasas de paro más altas de occidente.
Todo apunta a que el que parte y reparte se lleva la mejor parte. Poniendo en entredicho a toda una nación, en la que un triste raterillo con modales de ganzúa que llegó a ser senador de España y tesorero del principal partido político de España durante 18 años, es capaz de intentar chantajear públicamente al gobierno de la nación con la aquiescencia de una oposición política dedicada al gamberrismo de portada y no a los verdaderos intereses de España.
Si Rajoy hubiese cobrado sería muy preocupante, pero más preocupante es la sensación que tenemos los españoles de que esos donantes nada altruistas lo son en más despachos de los que creemos, como ya lo dictaron los jueces, y que nadie está dispuesto a hacer algo por evitarlo.