No resulta habitual que desde esta columna pongamos la atención en segundas o sucesivas temporadas de una serie, pero Juego de Tronos no es una serie, sino un fenómeno social, y su spin-off, La Casa del Dragón, por asociación, otro, y en calidad de ello se le presupone a la mayoría de la población un obvio conocimiento previo que ponga al respetable en contexto.
Se ha estrenado entre expectativas y maquinaria publicitaria la segunda temporada de la exitosísima saga, y en este caso son 8 capítulos de aproximadamente una hora de duración cada uno, obviamente de la mano de HBO (MAX), que tiene en éste su producto estrella y bandera.
Y las expectativas esta vez estaban fundadas, puesto que esta segunda temporada no sólo va en consonancia con aquello que nos ofreció la primera, sino que incluso la supera tanto en espectacularidad (no se pierdan el cuarto episodio a lo Ben-Hur pero en los cielos) como en interés, desde una óptica aún más adulta y aún más oscura, reflejo aun tratándose en su origen de fantasía medieval, de alguno de los mejores y muchos de los peores elementos de la naturaleza humana.
Los dos bandos Targaryen se enfrentan por el Trono de Hierro en esta segunda temporada de la precuela de Juego de Tronos, y enfrenta a dos hermanos, Rhaenyra y su hermano Aegon II, por el trono de los Siete Reinos. Ambos sostienen que son el monarca legítimo. Una pelea que recuerda a todas las mantenidas en la serie original que va desmembrándose en precuelas, secuelas y spin-offs, como si de Star Wars se tratase…
Se antoja de lo más paradójico que una producción con esa historia tan sombría pueda resultar tan deslumbrante a la vista y sacie las ganas de más de los que hace ya años se engancharon a Canción de Hielo y Fuego.
La tónica general de la serie es la gran manufactura y no escatimar en recursos, pues la productora ha tirado la casa por la ventana en escenarios caros y muchas localizaciones naturales, mientras que se ha recurrido a carísimos efectos visuales para mostrar elementos como los dragones, sin los que esta serie no tendría razón de ser ni principal elemento de atracción.
Toda la acción, nunca mejor dicho, orbita en torno a las intrigas y luchas por el poder, pero sí que están bien perfiladas las subtramas, y se perfila muy bien a los numerosos secundarios, que suplen la lamentable ausencia en el reparto de Paddy Considine, que con su excepcional trabajo como el Rey Viserys, ahora ya fallecido, se erigión como uno de los pilares de la producción. Emma D’Arcy (Rhaenyra) es quien debe dar el paso protagonista para llenar ese vacío en la lógica evolución de su personaje. El show debe continuar…
La ficha
Dirección: Alan Taylor, Clare Kilner, Geeta Vasant Patel, Andrij Parekh, Loni Peristere.
Creador: George R.R. Martin. Año: 2024.
País: USA. Título original: House of Dragons.
Duración: 60 min.
Género: Serie de TV. Aventuras. Drama. Fantástico. Acción. Intriga. Fantasía medieval. Spin-off. Precuela.
Intérpretes: Violett Beane, Mandy Patinkin, Lauren Patten, Angela Zhou, Hugo Diego García, Pardis Saremi, Linda Emond, Jack Cutmore-Scott, Danny Johnson, Karoline, Jayne Atkinson, Rahul Kohli, Jere Burns, Lisa Lu. Guion: Ryan Condal, George R.R. Martin, Miguel Sapochnik, Sara Hess, Charmaine De Grate, Gabe Fonseca, Kevin Lau, Ira Parker, Eileen Shim.
Novela: George R.R. Martin.
Música: Ramin Djawadi.
Fotografía: Pepe Avila del Pino, Fabian Wagner, Alejandro Martínez, Catherine Goldschmidt.
Productora: HBO, 1:26 Pictures.
Distribuidora: HBO Max, Max.
Estreno en España: 17 junio de 2024.